Skild AI asegura $300M para cerebro robótico universal, redefiniendo la robótica

Techrepublic

La startup Skild AI, con sede en Pittsburgh, ha conseguido con éxito 300 millones de dólares en financiación de Serie A, elevando su valoración a 1.500 millones de dólares. Esta sustancial inversión, una de las mayores rondas de financiación de robótica en etapa temprana hasta la fecha, fue liderada por Lightspeed Venture Partners, Coatue, SoftBank Group y Bezos Expeditions de Jeff Bezos. El capital está destinado al desarrollo de lo que la compañía denomina un “cerebro compartido y de propósito general” para robots.

Tradicionalmente, los robots son diseñados y programados para funciones altamente especializadas, lo que limita su adaptabilidad. Por ejemplo, un robot diseñado para la logística de almacenes no puede pasar fácilmente a asistir en cirugías, ni un robot de limpieza puede navegar por una obra sin una reprogramación extensa y específica. Skild AI tiene como objetivo abordar este desafío con un cerebro de IA unificado y listo para usar que puede integrarse en cualquier robot. Esta tecnología está diseñada para permitir a los robots realizar una amplia gama de tareas para las que no fueron entrenados explícitamente, como recuperar objetos caídos accidentalmente, ascender pendientes pronunciadas e identificar obstáculos. Se dice que estas capacidades surgen orgánicamente de la IA, en lugar de requerir instrucciones programáticas individuales.

Esta innovación llega en un momento crítico, ya que Estados Unidos enfrenta una escasez significativa de mano de obra, con más de 1.7 millones de puestos de trabajo disponibles actualmente sin cubrir. La Asociación Nacional de Fabricantes proyecta que para 2030, más de 2.1 millones de puestos de fabricación permanecerán sin cubrir. La tecnología de Skild AI se posiciona no solo como una herramienta de automatización, sino como una solución potencial a una creciente crisis de la fuerza laboral que afecta a numerosas industrias.

El entusiasmo de los inversores se debe en gran medida a la escala sin precedentes del enfoque de Skild AI. La compañía afirma que sus modelos de IA han sido entrenados en una base de datos “1.000 veces más grande” que las utilizadas por las startups de robots de IA de la competencia, lo que señala un cambio significativo en el campo. Raviraj Jain, socio de Lightspeed, destacó este avance, observando cómo los robots equipados con el cerebro de Skild podrían realizar tareas complejas de estabilidad como subir escaleras con notable precisión. En lugar de requerir entrenamiento individual para cada robot, el “supercerebro” de Skild está diseñado para mejorar instantáneamente la inteligencia de cualquier robot, desde cuadrúpedos hasta humanoides equipados con visión por computadora avanzada. Este desarrollo se está comparando con un “momento GPT-3” para la robótica, lo que sugiere un salto transformador que podría democratizar la inteligencia robótica en varios sectores.

Las implicaciones para el futuro del trabajo son sustanciales. La tecnología de Skild AI tiene el potencial de remodelar fundamentalmente cómo se realizan las tareas en todas las industrias. Se podrían imaginar obras de construcción donde robots adaptables trabajen de forma segura junto a humanos en entornos peligrosos, plantas de fabricación donde las máquinas puedan adaptarse a nuevas tareas sin reprogramación, u hospitales donde los asistentes robóticos manejen procedimientos intrincados. El cofundador de Skild AI, Abhinav Gupta, prevé robots de propósito general capaces de “realizar de forma segura cualquier tarea automatizada, en cualquier entorno”, lo que podría expandir significativamente las capacidades robóticas al tiempo que aborda directamente la crisis laboral. La compañía se dirige inicialmente a tareas de alto riesgo y repetitivas en los sectores de construcción, fabricación y seguridad para una automatización inmediata.

El impulso en torno a Skild AI sigue creciendo, con SoftBank, según se informa, en conversaciones para una inversión adicional de 500 millones de dólares. Tal inyección podría casi triplicar la valoración de la compañía a 4 mil millones de dólares. El sentimiento predominante no es si esta tecnología revolucionará el trabajo, sino más bien con qué rapidez las industrias se moverán para adoptarla y obtener una ventaja competitiva.