Dos arrestados por contrabando de chips Nvidia AI a China en represión de EE. UU.

Techcrunch

El Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) anunció el martes el arresto de dos ciudadanos chinos, Chuan Geng y Shiwei Yang, por su presunta participación en el envío ilícito de chips de inteligencia artificial de alto rendimiento valorados en decenas de millones de dólares a China. Los arrestos, que tuvieron lugar en California el 2 de agosto, llevaron a cargos bajo la Ley de Reforma del Control de Exportaciones, un delito grave que conlleva una posible pena de hasta dos décadas de prisión.

Geng y Yang están acusados de exportar a sabiendas y deliberadamente “tecnologías sensibles”, incluidas poderosas Unidades de Procesamiento Gráfico (GPUs) —los procesadores especializados cruciales para cálculos avanzados de IA— desde Estados Unidos a China. Se alega que estos envíos fueron realizados a través de su empresa con sede en California, ALX Solutions. Aunque la denuncia del DOJ no nombró explícitamente al fabricante de chips, describió los componentes contrabandeados como “el chip más potente del mercado” y “diseñado específicamente para aplicaciones de IA”, una descripción que apunta fuertemente a las GPUs de alto rendimiento de Nvidia. Un informe de Reuters confirmó posteriormente que los chips en cuestión eran de hecho GPUs H100 de Nvidia.

Un examen de la documentación de exportación por parte del DOJ reveló que ALX Solutions despachó chips y otro hardware tecnológico a empresas de envío y transitarias en Singapur y Malasia. A cambio, se recibieron pagos por estas transacciones de entidades con sede en Hong Kong y China continental. Los investigadores también descubrieron comunicaciones que indicaban una intención deliberada de desviar la tecnología a través de Malasia específicamente para eludir las restricciones de exportación de EE. UU.

En respuesta a los arrestos, un portavoz de Nvidia afirmó que “el contrabando es inviable”. La empresa declaró que vende sus productos principalmente a socios establecidos, incluidos los Fabricantes de Equipos Originales (OEMs), quienes ayudan a garantizar el cumplimiento de las regulaciones de control de exportaciones de EE. UU. Nvidia enfatizó que incluso los exportadores y envíos relativamente pequeños son sometidos a una revisión y escrutinio rigurosos, y cualquier producto desviado de canales legítimos no sería elegible para servicio, soporte o actualizaciones.

Este incidente se desarrolla en un contexto de complejos desafíos de la política estadounidense, ya que Washington se esfuerza por equilibrar la promoción de la innovación global en IA con la imposición de estrictas restricciones a la exportación a China, una nación que muchos en Occidente perciben como un competidor formidable en la creciente carrera de la IA. El Plan de Acción de IA recientemente presentado por la administración Trump subrayó la necesidad de controles de exportación robustos, pero ofreció detalles específicos limitados sobre su implementación.

En medio de estas discusiones políticas, el gobierno de EE. UU. ha planteado el concepto de integrar tecnología de seguimiento en los chips como un posible elemento disuasorio contra el contrabando. Sin embargo, esta propuesta ha encontrado una resistencia significativa por parte de los fabricantes de chips. Nvidia, en una publicación de blog, se opuso vehementemente a la idea de incrustar “interruptores de apagado” o “puertas traseras” en sus GPUs. La compañía argumentó que tales características comprometerían inherentemente la seguridad, creando efectivamente vulnerabilidades que podrían ser explotadas por hackers y actores hostiles.

“Nvidia ha estado diseñando procesadores durante más de 30 años”, afirmó la compañía, asegurando que “incrustar puertas traseras e interruptores de apagado en los chips sería un regalo para los hackers y actores hostiles”. Sostuvo además que tales medidas socavarían la infraestructura digital global, erosionarían la confianza en la tecnología estadounidense y contradecirían los principios legales establecidos que exigen que las empresas reparen, en lugar de crear, vulnerabilidades. Nvidia concluyó que tal política sería una “reacción exagerada” que “dañaría irreparablemente los intereses económicos y de seguridad nacional de Estados Unidos”. El debate en curso destaca la intrincada tensión entre los imperativos de seguridad nacional y los principios fundamentales de confianza tecnológica e innovación en una economía globalizada.