Regulador de EE. UU. busca probar robotaxi de Tesla en medio de investigación FSD

Bloomberg

La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) de EE. UU., la agencia federal responsable de la seguridad vehicular, ha buscado probar directamente el incipiente servicio de taxi sin conductor de Tesla, lo que indica un escrutinio regulatorio intensificado sobre la ambiciosa tecnología de conducción autónoma del fabricante de automóviles. Esta solicitud se produce mientras la NHTSA continúa su investigación en curso sobre el conjunto de características que Tesla comercializa como “Full Self-Driving” (FSD).

El interés de la agencia se formalizó en un correo electrónico enviado a Tesla el 1 de julio por el director de la Oficina de Investigación de Defectos de la NHTSA. La comunicación, posteriormente subida al sitio web público de la NHTSA, solicitaba una visita coordinada a Austin el mes pasado para una experiencia de primera mano con el servicio de robotaxi. Más allá de un simple viaje, los reguladores también presionaron a Tesla para obtener detalles operativos cruciales, incluido el tamaño actual de su flota sin conductor, planes específicos para un lanzamiento público más amplio y el grado en que se emplean operadores remotos para supervisar los vehículos.

Este compromiso proactivo de la NHTSA subraya la coyuntura crítica en la que se encuentra actualmente la tecnología de vehículos autónomos. Si bien Tesla ha estado implementando incrementalmente su software FSD a una creciente base de clientes, el despliegue de un servicio dedicado de taxi sin conductor representa un salto significativo de las características de asistencia a la conducción a un transporte completamente automatizado. Para los reguladores, esta transición conlleva mayores implicaciones de seguridad, lo que requiere una evaluación directa de cómo se desempeñan estos vehículos en escenarios del mundo real sin intervención humana. La Oficina de Investigación de Defectos, específicamente encargada de identificar y abordar posibles defectos de seguridad en los vehículos, desempeña un papel fundamental para garantizar que la innovación no supere la protección del consumidor.

La medida también refleja un esfuerzo gubernamental más amplio para establecer una supervisión clara a medida que los coches sin conductor se acercan a una adopción generalizada. A medida que empresas como Tesla superan los límites de las capacidades autónomas, los reguladores se enfrentan al complejo desafío de fomentar el avance tecnológico al tiempo que mantienen rigurosamente los estándares de seguridad. La información solicitada por la NHTSA sobre el tamaño de la flota y los modelos operativos es vital para comprender el alcance y el impacto potencial de los planes de robotaxi de Tesla. El uso de operadores remotos, por ejemplo, podría proporcionar una red de seguridad crucial, pero también plantea preguntas sobre el umbral para una operación verdaderamente autónoma y la naturaleza de la supervisión humana.

En última instancia, la solicitud de la NHTSA de un viaje en un robotaxi de Tesla es más que una misión de investigación; es un claro indicador de que las autoridades federales están adoptando un enfoque práctico para evaluar la seguridad y confiabilidad de la tecnología de vehículos autónomos de vanguardia. A medida que la industria avanza hacia un futuro sin conductor, la supervisión meticulosa de los reguladores de seguridad como la NHTSA será fundamental para dar forma a la confianza pública y definir los caminos para el despliegue seguro de estos servicios transformadores.