Suscripciones caras: ¿Compartir cuentas es la nueva norma?

Businessinsider

El costo cada vez mayor de las suscripciones digitales está impulsando una redefinición creativa de “familia” entre los consumidores estadounidenses, quienes comparten cada vez más contraseñas y planes con amigos, vecinos e incluso extraños para mitigar los gastos. Esta tendencia marca un alejamiento significativo del intercambio doméstico tradicional, impulsado por la creciente carga financiera de múltiples servicios mensuales.

Según Emily Stewart, corresponsal sénior de Business Insider, el consumidor promedio de EE. UU. ahora se suscribe a aproximadamente cinco servicios de transmisión de video cada mes. Esta proliferación de suscripciones, junto con el aumento de sus costos individuales, ha llevado a muchos a buscar métodos innovadores para “manipular el sistema”, como dice Stewart. Para algunos, esto significa extender la confianza más allá de los miembros de la familia inmediata. Un individuo, por ejemplo, admitió abiertamente haber compartido una suscripción de Nintendo Switch Online con completos extraños descubiertos a través de Reddit, lo que destaca hasta dónde están dispuestos a llegar los consumidores por la asequibilidad. De manera similar, Nicole Nikolich relató su decisión de dividir un plan telefónico con su compañera de cuarto, una medida que “literalmente ha ahorrado muchísimo dinero” y ha funcionado “sin problemas durante años”.

Esta práctica generalizada de compartir contraseñas, inicialmente tolerada e incluso quizás fomentada por compañías como Netflix y Disney como una forma de incorporar nuevos usuarios, ahora enfrenta una represión concertada. Los gigantes del streaming, una vez establecidas sus bases de suscriptores, están comenzando a aplicar términos de servicio más estrictos. HBO Max, por ejemplo, ya ha señalado su intención de incitar a los usuarios a pagar por sus propias cuentas, y el director de streaming de WBD, JB Perrette, confirmó que “los usuarios comenzarán a ver algunos mensajes” aconsejándoles que se suscriban de forma independiente.

Por el contrario, no todas las empresas están adoptando una postura tan rígida. AT&T, un importante proveedor de telecomunicaciones, parece más receptivo a interpretaciones flexibles de “familia” cuando se trata de sus planes. Un portavoz de la compañía indicó que “las familias pueden significar muchas cosas diferentes”, lo que refleja un enfoque más centrado en el cliente. En una medida que valida aún más este modelo de uso compartido ampliado, AT&T incluso ha introducido una nueva herramienta diseñada para facilitar la división de pagos entre diversos grupos de usuarios.

En última instancia, el panorama cambiante de las suscripciones digitales sugiere que la asequibilidad en la era moderna a menudo requiere un esfuerzo colectivo. Ya sea a través de un grupo de chat muy unido o una red más amplia de conexiones de confianza, compartir recursos se ha convertido en una necesidad pragmática para muchos estadounidenses que navegan por la creciente gama de servicios digitales.