Apple apuesta por Siri con IA: El futuro de las apps por voz

Gizmodo

Mientras Apple cautivaba recientemente a las audiencias en su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) con una nueva estética de diseño “líquida y similar al cristal” para sus plataformas de software como iOS, macOS y watchOS, el enfoque estratégico más significativo del gigante tecnológico reside en otro lugar. Detrás de la interfaz pulida, Apple, según se informa, está apostando todo por una Siri radicalmente renovada, con el objetivo de transformar su asistente de voz, a menudo criticado, en un potente centro de comando impulsado por IA.

Según Mark Gurman, corresponsal de Apple bien conectado de Bloomberg, la compañía está dedicando recursos sustanciales al desarrollo de una Siri “supercargada” con controles de voz enormemente mejorados. Esta iniciativa busca rectificar años de frustración de los usuarios. Actualmente, el rendimiento de Siri es notoriamente inconsistente, fallando con frecuencia en la ejecución de comandos simples o en la respuesta precisa a preguntas básicas, lo que lleva a muchos a percibir que su inteligencia subyacente se ha deteriorado con el tiempo. La ambición para la nueva Siri impulsada por IA es cumplir finalmente la promesa largamente esperada de interacciones fluidas controladas por voz dentro de las aplicaciones.

Imagine navegar por interfaces de aplicaciones complejas no tocando y deslizando a través de menús laberínticos diseñados para maximizar el tiempo de pantalla, sino simplemente hablando. Los informes de Gurman sugieren que esta es precisamente la visión de Apple. Los usuarios podrían instruir a Siri para realizar tareas intrincadas como encontrar, editar y enviar una foto específica, comentar una publicación de Instagram, desplazarse por una aplicación de compras para añadir un artículo al carrito, o incluso iniciar sesión en un servicio, todo sin tocar la pantalla. Esencialmente, esta Siri avanzada sería capaz de operar aplicaciones con la precisión y el matiz de un usuario humano, directamente dentro de sus interfaces nativas.

Este cambio representa una profunda ruptura con el modelo de interacción centrado en la pantalla táctil que ha dominado la computación móvil durante más de una década. Cuando Siri se lanzó por primera vez en el iPhone 4S en 2011, anunció el amanecer de los asistentes digitales controlados por voz a gran escala. Sin embargo, durante los casi 15 años siguientes, Apple ha luchado por evolucionar Siri más allá de las funciones básicas, incluso gestionando mal una revisión anterior el año pasado al anunciar prematuramente características de IA que aún no se han materializado.

Aunque ha habido errores en el pasado, esta nueva Siri controlada por voz se considera ahora una “máxima prioridad” dentro de Apple. Si se implementa con éxito, podría impulsar a la compañía a la vanguardia de la revolución de la inteligencia artificial que actualmente está remodelando la tecnología de consumo. Sin embargo, lograr un control de voz impecable que ejecute consistentemente comandos complejos es un desafío técnico inmenso. Gurman indica que Apple planea lanzar las capacidades de voz mejoradas de Siri con cautela, junto con una revisión más amplia de la infraestructura programada para la primavera. Persisten las preocupaciones internas, con ingenieros que, según se informa, luchan por asegurar la compatibilidad del sistema con un número suficiente de aplicaciones y su precisión en escenarios de alto riesgo. Hay preocupaciones particulares sobre posibles fallos en categorías donde la precisión no es negociable, como las aplicaciones de salud o banca.

La búsqueda de Apple de un asistente de voz inteligente refleja una búsqueda de una década por parte de gigantes tecnológicos como Amazon con Alexa y Google con Assistant para materializar los dispositivos futuristas “Computadora” y “Comunicador” imaginados en Star Trek. Si bien estos asistentes inicialmente mostraron promesa para tareas básicas como configurar temporizadores, reproducir música o verificar el clima, sus capacidades a menudo flaquearon cuando se enfrentaron a operaciones más específicas o complicadas que siguen siendo más eficientes dentro de las aplicaciones móviles tradicionales. La industria ha visto ejemplos prominentes de estas limitaciones, incluida la incapacidad reportada de Google Assistant para controlar consistentemente los dispositivos de hogar inteligente, lo que ha llevado a posibles demandas colectivas.

Una Siri impulsada por IA y controlada por voz beneficiaría no solo a iPhones y iPads, sino a todo el ecosistema de Apple. Los dispositivos con pantallas grandes como los Mac podrían ver una productividad mejorada, mientras que las diminutas pantallas del Apple Watch, donde la entrada táctil es engorrosa, se volverían mucho más accesibles. Incluso los dispositivos sin contacto o sin pantalla, como Apple TV y HomePod, ganarían significativamente, cumpliendo potencialmente el sueño largamente anhelado de una computadora verdaderamente intuitiva controlada por voz.

Apple sigue vendiendo grandes cantidades de hardware cada trimestre, pero para ascender a nuevas alturas —para impulsar aún mayores ventas de futuros dispositivos y reafirmar su estatus como el innovador pionero al que mira la industria tecnológica— debe dominar estos nuevos controles de voz. La compañía no puede permitirse fallar con esta iteración de Siri. Las consecuencias del fracaso podrían ser perjudiciales, impulsando potencialmente a los consumidores hacia soluciones de IA alternativas, incluidas las desarrolladas por OpenAI y la muy esperada empresa de hardware de IA que involucra al exjefe de diseño de Apple, Jony Ive, y al CEO de OpenAI, Sam Altman.