Trump evalúa permitir a Nvidia vender chips Blackwell de IA "recortados" a China
El expresidente Donald Trump ha indicado su disposición a flexibilizar algunas restricciones a las exportaciones de tecnología avanzada a China, señalando específicamente su apertura a permitir que Nvidia Corp. venda una versión reducida de sus chips de inteligencia artificial de vanguardia a Beijing. Los comentarios, realizados durante una sesión informativa con periodistas el lunes, sugieren un posible cambio en la política estadounidense, altamente escrutada, sobre la venta de semiconductores a la segunda economía más grande del mundo.
Trump afirmó que consideraría un acuerdo que permitiría a Nvidia enviar sus potentes procesadores Blackwell a China, siempre que los chips estuvieran diseñados para ser menos capaces que sus contrapartes de gama alta. Explicó, describiendo el producto potencial como procesadores “algo mejorados — de forma negativa — Blackwell”, y aclaró que esto implicaría “quitarle del 30% al 50%” en términos de rendimiento. Esto implica un compromiso estratégico en el que los fabricantes de chips estadounidenses podrían acceder al vasto mercado chino, aunque con productos deliberadamente limitados en sus funcionalidades más avanzadas.
Esta declaración surge en medio de estrictos controles de exportación implementados por la actual administración estadounidense, destinados a evitar que China adquiera los semiconductores de IA más sofisticados. Estos chips se consideran críticos para avanzar en las capacidades militares, desarrollar tecnologías de vigilancia y establecer el dominio tecnológico global. Nvidia, líder mundial en diseño de chips de IA, se ha visto particularmente afectada por estas restricciones, habiendo desarrollado previamente chips específicos y menos potentes como el H800 y el A800 (y posteriormente el H20) para el mercado chino después de que sus productos insignia fueran efectivamente prohibidos. La serie Blackwell representa la próxima generación de aceleradores de IA de Nvidia, cruciales para entrenar grandes modelos de lenguaje y otras aplicaciones complejas de inteligencia artificial.
Las declaraciones de Trump señalan una posible divergencia del enfoque de la administración actual, que se ha centrado en gran medida en restricciones casi totales a la venta de chips de IA de alta gama a China. Tal cambio de política, si se promulga, podría ofrecer un punto intermedio pragmático, aliviando algunas de las presiones comerciales sobre las empresas tecnológicas estadounidenses, mientras aún se intenta limitar el acceso de China a la vanguardia del desarrollo de la IA. Las implicaciones tanto para los fabricantes de chips de EE. UU. como para el ambicioso sector de IA de China serían sustanciales, lo que podría remodelar la rivalidad tecnológica en curso y la cadena de suministro global de semiconductores avanzados.