Reino Unido: ¿Borrar archivos para combatir la sequía?

Theverge

El gobierno del Reino Unido está instando a sus ciudadanos a tomar una medida inesperada en la lucha contra una escasez de agua “de importancia nacional”: eliminar correos electrónicos y fotos antiguas. Este llamamiento poco convencional, emitido por el Grupo Nacional de Sequía, destaca la creciente gravedad de la crisis hídrica de la nación y amplía el alcance de los esfuerzos de conservación para incluir los hábitos digitales.

Si bien el “desorden digital” individual podría parecer trivial en comparación con el uso industrial del agua o las fugas infraestructurales, los funcionarios sostienen que cada pequeña acción contribuye a un esfuerzo colectivo. Helen Wakeham, Directora de Agua de la Agencia de Medio Ambiente, enfatizó este punto, afirmando: “Las elecciones simples y cotidianas, como cerrar un grifo o eliminar correos electrónicos antiguos, también ayudan mucho al esfuerzo colectivo para reducir la demanda y ayudar a preservar la salud de nuestros ríos y la vida silvestre”. La razón detrás de esta directriz digital se deriva de las crecientes preocupaciones sobre la sustancial huella hídrica de los centros de datos, que requieren grandes cantidades de agua para enfriar sus servidores, que consumen mucha energía, y para generar la electricidad que los alimenta.

El impacto preciso de la eliminación individual de archivos en las reservas nacionales de agua sigue sin ser cuantificado por la Agencia de Medio Ambiente. Sin embargo, el problema más amplio del consumo de agua de los centros de datos es significativo. Un solo centro de datos pequeño, particularmente uno que depende de métodos de enfriamiento evaporativo más antiguos, puede consumir un estimado de 25 millones de litros de agua anualmente. La demanda de electricidad para alimentar estos centros exacerba aún más el uso del agua, ya que las centrales eléctricas convencionales de combustibles fósiles y los reactores nucleares dependen en gran medida del agua para la refrigeración y para generar vapor para las turbinas. Esto subraya un nexo crítico entre la producción de energía y la disponibilidad de agua, lo que sugiere que una transición a fuentes de energía renovables podría aliviar parte de esta presión.

Reconociendo estas demandas ambientales, las principales empresas tecnológicas han estado buscando activamente soluciones de enfriamiento innovadoras. Microsoft, por ejemplo, ha explorado enfoques no convencionales como el despliegue de centros de datos en el fondo del océano y la inmersión de servidores en baños de líquidos a base de fluorocarbono, con el objetivo de reducir drásticamente su huella hídrica. Estos esfuerzos reflejan un impulso de toda la industria para desvincular la expansión digital de la creciente dependencia del agua.

El llamado a la acción del gobierno se produce en medio de un período profundamente desafiante para el suministro de agua del Reino Unido. Agosto marcó la cuarta ola de calor del verano en la nación, intensificando las condiciones que ya habían hecho que los seis meses previos a julio fueran los más secos desde 1976. En consecuencia, cinco regiones de todo el Reino Unido han declarado oficialmente un estado de sequía, con seis áreas adicionales experimentando “clima seco prolongado”.

A pesar de las circunstancias extremas, la respuesta pública a los llamamientos para ahorrar agua ha mostrado resultados prometedores. El Grupo Nacional de Sequía informó una caída del 20 por ciento en la demanda de agua en el área de Severn Trent desde su pico del 11 de julio, después de mensajes específicos para ahorrar agua. Más allá de los hábitos digitales, abordar la infraestructura física sigue siendo primordial. Arreglar las fugas, por ejemplo, ofrece un impacto tangible y significativo: un solo inodoro con fugas puede desperdiciar entre 200 y 400 litros de agua al día, lo que subraya la importancia tanto de la vigilancia individual como del mantenimiento sistémico para navegar la crisis hídrica actual.