TV Micro RGB de $30K: Prototipos, no listos para el consumidor
Los últimos avances en tecnología de pantallas suelen presentarse con gran fanfarria, con pantallas colosales y precios astronómicos que acaparan titulares, pero que permanecen muy lejos del salón del consumidor promedio. Samsung y Hisense están actualmente exhibiendo tales innovaciones, introduciendo nuevos televisores con precios que superan los $30,000. Si bien términos como OLED, Mini LED y Micro LED se están volviendo cada vez más familiares, estos fabricantes ahora están destacando la tecnología “Micro RGB”, un desarrollo que, por ahora, sirve más como un vistazo al futuro que como una compra práctica.
Samsung mostró por primera vez su tecnología Micro RGB en el CES a principios de este año. Conceptualmente similar a la retroiluminación Mini LED que se encuentra en muchas pantallas QLED contemporáneas, Micro RGB se distingue por emplear un panel trasero compuesto por minúsculas luces RGB (rojo, verde y azul) de 100 micrómetros. Samsung afirma que esta disposición permite una precisión de color significativamente mayor en comparación con las pantallas estándar existentes. Sin embargo, esta pantalla de vanguardia viene con un precio prohibitivo: el modelo inaugural de panel plano de 115 pulgadas tiene un precio de 44.9 millones de wones surcoreanos, lo que se traduce en más de $32,000, y se espera que llegue a EE. UU. por aproximadamente $30,000.
Más allá de su composición física, la tecnología integra un “motor de IA” RGB especializado diseñado para un control granular sobre cada retroiluminación individual roja, verde y azul. Este motor, según se informa, analiza cada fotograma para optimizar la salida de color y mejorar los tonos apagados. En particular, el televisor Micro RGB de Samsung también incorpora su asistente de voz Bixby, aunque algunos críticos señalan la continua ausencia de soporte para Dolby Vision, un formato líder de Alto Rango Dinámico (HDR) conocido por permitir reflejos más brillantes y un contraste superior. Samsung, por su parte, prioriza consistentemente su estándar propietario HDR10+ en toda su línea de televisores.
Para no quedarse atrás en el ámbito de las pantallas de alta gama, Hisense ofrece su propia versión de la tecnología con una variante RGB-Mini LED. El nuevo 116UX de la compañía, una enorme pantalla de 116 pulgadas, utiliza un enfoque tecnológico muy similar al de Samsung, incluyendo su propio chip impulsado por IA para una reproducción precisa del color. Este modelo también está disponible por una prima de $30,000.
Hisense también presentó otra pantalla de vanguardia en el CES: el 136MX, un televisor Micro LED. Esta tecnología representa un salto distintivo, utilizando más de 24 millones de luces LED microscópicas, cada una con sus propios elementos RGB, para generar cada píxel en la pantalla. Este diseño autoemisivo permite un detalle y una viveza potencialmente inigualables. La distinción fundamental entre Micro LED y Micro RGB radica en su arquitectura: Micro RGB funciona como una retroiluminación detrás de un panel LCD, mientras que en Micro LED, cada píxel es una fuente de luz independiente. Esto permite que las pantallas Micro LED alcancen niveles de brillo asombrosos, según se informa, hasta 10,000 nits de brillo máximo, junto con una precisión de color excepcional. Samsung ha estado desarrollando Micro LED durante más de cinco años, lo que subraya los prolongados ciclos de desarrollo inherentes a esta industria.
Micro RGB se posiciona como un posible sucesor de QLED, que a su vez es una forma de Mini LED que aprovecha los puntos cuánticos para obtener colores más dinámicos. El camino de la tecnología de pantallas desde el avance conceptual hasta la adopción generalizada es históricamente largo. Las pantallas de cristal líquido (LCD), por ejemplo, estuvieron en desarrollo durante décadas antes de superar la calidad de imagen de los televisores de tubo de rayos catódicos (CRT) tradicionales. De manera similar, las pantallas de diodos orgánicos emisores de luz (OLED), elogiadas por su control a nivel de píxel y su contraste superior con negros verdaderos, solo recientemente se volvieron ubicuas después de años de ser prohibitivamente caras para la mayoría de los consumidores. Lograr esta penetración en el mercado requirió una inversión significativa en instalaciones de fabricación especializadas. Ahora, con OLED estableciendo un nuevo estándar, Micro RGB tardará muchos años más en escalar la producción y reducir su tamaño y costo. Micro LED, a pesar de sus capacidades de control a nivel de píxel, también necesita procesos de fabricación completamente nuevos.
En última instancia, estos televisores de $30,000 sirven como un potente recordatorio de que las tecnologías de pantalla más emocionantes a menudo requieren años para madurar antes de volverse accesibles al público en general. Los consumidores deben moderar las expectativas y ver estas iteraciones tempranas y de alto precio como una prueba de concepto para un futuro que aún está a varios años de distancia, cuando tecnologías como Micro RGB y Micro LED finalmente puedan competir por el dominio del mercado masivo.