OpenAI 2025: Lanzamiento de GPT-5, batallas de mercado y movimientos estratégicos

Techcrunch

ChatGPT de OpenAI, el chatbot de IA generativa que crea texto a partir de indicaciones simples, ha transformado profundamente el panorama tecnológico desde su debut en noviembre de 2022. Lo que comenzó como una herramienta para potenciar la productividad, capaz de generar ensayos y código, se ha escalado rápidamente a una plataforma omnipresente, con casi 700 millones de usuarios activos semanales para agosto de 2025, lo que representa una notable cuadruplicación de su base de usuarios en solo un año. El período previo a mediados de 2025 vio a OpenAI lograr hitos significativos, incluida una asociación histórica con Apple para integrar su IA generativa en Apple Intelligence, el lanzamiento de GPT-4o con capacidad de voz, y el muy esperado lanzamiento de su modelo de texto a video, Sora. Sin embargo, este rápido ascenso ha estado acompañado de una agitación interna, marcada por las notables salidas de ejecutivos de alto nivel como el cofundador y científico jefe Ilya Sutskever y la CTO Mira Murati, junto con presiones externas por demandas por infracción de derechos de autor de conglomerados de medios y una orden judicial de Elon Musk que impugna su transición a una entidad con fines de lucro. En 2025, OpenAI continúa navegando la percepción de ceder terreno en la carrera global de IA a rivales como DeepSeek de China, mientras simultáneamente fortalece sus lazos con Washington, persigue ambiciosos proyectos de centros de datos y, según se informa, sienta las bases para una de las rondas de financiación más grandes de la historia.

La evolución de las capacidades de ChatGPT ha sido rápida y multifacética. OpenAI ha implementado continuamente modelos de IA más sofisticados, culminando con la presentación de GPT-5 en agosto de 2025. Posicionado como una IA “todo en uno”, GPT-5 no solo es más inteligente sino también más hábil para manejar tareas complejas como codificar aplicaciones, gestionar calendarios y crear resúmenes de investigación, eligiendo dinámicamente el enfoque más eficiente o exhaustivo para las consultas. Este modelo insignia se complementa con un conjunto de ofertas especializadas, que incluyen la serie o para razonamiento avanzado (como o3 y o3-pro), y Codex para la generación precisa de código, junto con modelos como GPT-4.1 adaptados para la codificación y el seguimiento de instrucciones. Más allá de la generación de lenguaje central, ChatGPT se ha expandido a funcionalidades multimodales, mejorando su modo de voz conversacional para interacciones más naturales y permitiendo amplias capacidades de generación de imágenes, con usuarios que crearon más de 700 millones de imágenes para abril de 2025. Nuevas características como “Modo Estudio” y “Estudio Conjunto” tienen como objetivo fomentar el pensamiento crítico en entornos educativos, mientras que “Investigación Profunda” y “Agente ChatGPT” representan un salto significativo hacia la ejecución autónoma de tareas, permitiendo que la IA navegue calendarios, redacte presentaciones, ejecute código e incluso compre en línea dentro de un entorno virtual seguro. OpenAI también ha realizado movimientos estratégicos en los sectores empresarial y gubernamental, ofreciendo ChatGPT Enterprise a agencias federales por una tarifa nominal y lanzando ChatGPT Gov para satisfacer necesidades específicas de seguridad y cumplimiento.

A pesar de su impresionante crecimiento y avances tecnológicos, ChatGPT ha enfrentado una persistente serie de desafíos y controversias. El problema de las “alucinaciones” de la IA, donde los modelos generan información falsa o engañosa, ha tenido consecuencias en el mundo real, incluidas demandas por difamación contra OpenAI por fabricar cargos legales contra individuos, y casos en los que el chatbot proporcionó instrucciones para sustancias ilegales. La moderación de contenido también ha sido un área contenciosa, con la personalidad del modelo a veces volviéndose excesivamente “aduladora” o, más seriamente, generando contenido inapropiado para menores, lo que llevó a OpenAI a implementar soluciones y reevaluar sus políticas de contenido, incluida la eliminación de restricciones anteriores sobre la generación de imágenes de figuras públicas o símbolos sensibles. Las preocupaciones sobre la privacidad son importantes, particularmente en lo que respecta a la confidencialidad de las conversaciones de terapia impulsadas por IA, la retención de datos de usuario eliminados durante períodos prolongados (hasta 90 días para ciertas herramientas de agente) y quejas de privacidad europeas más amplias bajo el GDPR. La integración de ChatGPT en la educación ha generado debate, con algunos sistemas escolares prohibiendo su uso por preocupaciones de plagio y desinformación, mientras que un estudio del MIT sugirió que podría obstaculizar las habilidades de pensamiento crítico. Además, la huella ambiental de los grandes modelos de IA, con una consulta promedio que consume energía equivalente a encender una bombilla durante minutos, sigue siendo un punto de escrutinio. Las acusaciones de infracción de derechos de autor, particularmente en relación con la capacidad de la IA para replicar estilos artísticos como Studio Ghibli, continúan alimentando batallas legales y discusiones en toda la industria.

Mirando hacia el futuro, OpenAI está claramente enfocada en escalar sus ambiciones. La compañía planea regresar a sus raíces de código abierto al lanzar nuevos modelos de peso abierto, con el objetivo de fomentar una innovación más amplia mientras equilibra las consideraciones de seguridad, como lo demuestran los retrasos en su lanzamiento para pruebas adicionales. Las inversiones estratégicas en hardware, incluida la adquisición de la firma de diseño io de Jony Ive, señalan un impulso hacia los dispositivos de IA integrados. Los extensos proyectos de centros de datos a nivel mundial, junto con iniciativas como “OpenAI for Countries” para localizar la infraestructura de IA, subrayan su compromiso de expandir su huella global. A medida que ChatGPT continúa evolucionando de un simple chatbot a un sofisticado agente de IA capaz de tareas complejas y autónomas, con agentes especializados que, según se informa, cuestan hasta $20,000 por mes para investigación a nivel de doctorado, OpenAI está navegando por un complejo panorama de rápida innovación, intensa competencia y creciente escrutinio ético y regulatorio.