WIRED: La reacción de los usuarios al lanzamiento de GPT-5 de OpenAI
La semana pasada ha sido testigo de una confluencia de desarrollos significativos en tecnología, política y dinámicas sociales, que van desde comunicaciones gubernamentales controvertidas hasta ambiciosos planes lunares y, notablemente, un lanzamiento de IA ampliamente anticipado que no cumplió con las expectativas de los usuarios.
En una tendencia preocupante, se ha observado que la administración Trump emplea memes virales de internet en cuentas oficiales de redes sociales para burlarse y promover deportaciones masivas. Los informes indican que departamentos como Seguridad Nacional y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), junto con la Casa Blanca, han adaptado contenido popular en línea, incluida una pegadiza melodía de una aerolínea británica, para superponer imágenes de detenidos abordando aviones de deportación. Un ejemplo presentaba el pie de foto: “Cuando ICE te reserva en un viaje de ida Jet2 para la deportación, no hay nada que lo supere”. Esta práctica, que ha generado una considerable reacción por su percibida crueldad, es vista por los expertos como un esfuerzo estratégico para normalizar e integrar las políticas de inmigración de la administración, y la Casa Blanca desestimó las preocupaciones al afirmar que “no se disculpará por publicar memes brutales”.
Mientras tanto, el mundo financiero ha notado la aparición de World Liberty Financial, un negocio de criptomonedas con vínculos con la familia Trump, que ha ideado una novedosa solución para acceder a los mercados públicos. Dado que las criptomonedas no pueden cotizar directamente en las bolsas de valores, World Liberty Financial está aprovechando Alt-Five Sigma Corporation, una entidad poco conocida que cotiza legalmente en el NASDAQ. Este acuerdo transforma efectivamente las acciones de Alt-Five Sigma en un proxy para la propia moneda de World Liberty Financial, permitiendo a los inversores especular sobre su valor sin los riesgos inherentes de la propiedad directa de criptomonedas. Esta estrategia, que tiene como objetivo crear una tesorería de 1.500 millones de dólares para la moneda y potencialmente inflar su capitalización de mercado, ha levantado sospechas entre las fuentes de Wall Street. La participación sustancial de la familia Trump en World Liberty Financial —controlando el 22,5 por ciento de sus monedas y poseyendo una participación del 40 por ciento— subraya el potencial de una mayor influencia política, especialmente en un período de menor aplicación regulatoria en los sectores de tecnología y criptomonedas bajo la administración actual.
En una nota marcadamente diferente, un grupo en Arkansas está estableciendo activamente una “comunidad solo para blancos” llamada “Regreso a la Tierra”. Los fundadores del grupo articulan la creencia de que las personas blancas y la cultura occidental se enfrentan a la extinción debido a una afluencia de inmigrantes y minorías. El acceso a esta comunidad está explícitamente restringido a individuos de ascendencia europea blanca que se adhieren a puntos de vista compartidos sobre temas como la segregación, el aborto y la identidad de género. Según los informes, el grupo se inspira intelectualmente en “El Estado Red” de Balaji Srinivasan, que defiende la formación de comunidades digitales primero basadas en valores compartidos con aspiraciones de soberanía. Si bien tal empresa plantea profundas preguntas sobre la legalidad, particularmente en lo que respecta a la Ley de Vivienda Justa de 1968, el grupo afirma que su estructura es similar a una asociación privada de miembros, una postura que las autoridades locales, incluido el Fiscal General de Arkansas, hasta ahora parecen haber aceptado como conforme a las leyes existentes.
Mirando hacia el cosmos, Estados Unidos está acelerando sus esfuerzos para establecer un reactor nuclear en la luna para 2030. Bajo una directiva provisional del administrador de la NASA, Sean Duffy, la agencia está acelerando los planes para diseñar, lanzar y desplegar un reactor operativo de 100 kilovatios en el polo sur lunar dentro de cinco años, colaborando con socios comerciales. Este ambicioso impulso está impulsado por una percibida “carrera lunar” con China y Rusia, quienes han expresado ambiciones nucleares lunares similares. La energía nuclear ofrece una fuente de energía potente y continua crucial para futuras misiones espaciales, que podría revolucionar el diseño y las capacidades de los sistemas lunares. Sin embargo, este cronograma acelerado también introduce una serie de desafíos de seguridad y regulatorios, desde la contención de uranio en el espacio exterior hasta la navegación por zonas soberanas internacionales para evitar posibles conflictos espaciales.
Quizás la historia tecnológica más discutida de la semana, sin embargo, fue la recepción menos que estelar del modelo GPT-5 de OpenAI. Tras una inmensa expectación interna y externa —con el CEO Sam Altman incluso tuiteando una imagen de la “Estrella de la Muerte” para significar su potencial innovador—, el modelo se promocionaba por poseer “inteligencia a nivel de doctorado” y acercar a los usuarios a la inteligencia artificial general. Sin embargo, en su lanzamiento, una característica crítica diseñada para enrutar consultas según la complejidad supuestamente falló, lo que hizo que el modelo pareciera “más tonto” de lo previsto. Este fallo técnico agravó la frustración de los usuarios, particularmente entre la ferviente comunidad de ChatGPT, que inició una “revuelta” en plataformas como Reddit.
El enfoque interno de OpenAI se había desplazado, según los informes, hacia la optimización de GPT-5 para la capacidad de codificación, un impulsor clave de ingresos y una ventaja competitiva para rivales como Claude de Anthropic. Sin embargo, este giro estratégico restó importancia inadvertidamente a la “personalidad”, la “calidez” e incluso la “adulación” que muchos usuarios cotidianos apreciaban en modelos anteriores. La reacción negativa subrayó una creciente divergencia: mientras las empresas de IA priorizan las métricas de inteligencia y las aplicaciones comerciales para atraer inversiones, un segmento significativo del público en general valora estos modelos por su compañía, autocomprensión o simplemente como un “amigo”. Esta inesperada respuesta de los usuarios ha desconcertado internamente a OpenAI, lo que ha provocado una reevaluación de lo que constituye “inteligencia” para diferentes bases de usuarios y ha puesto de manifiesto que, para muchos, la interfaz del producto y la experiencia del usuario siguen siendo tan cruciales como la capacidad bruta del modelo.