CEO de Palo Alto: La IA desatará nuevas guerras de navegadores y potenciará soluciones seguras

Theregister

Nikesh Arora, CEO de Palo Alto Networks, ha declarado una nueva era de las “guerras de navegadores”, fundamentalmente remodelada por la influencia omnipresente de la inteligencia artificial. Hablando durante la sólida llamada de ganancias del cuarto trimestre del año fiscal 2025 del gigante de la ciberseguridad, donde la compañía anunció 2.540 millones de dólares en ingresos y superó un hito de tasa de ejecución de ingresos de 10.000 millones de dólares, Arora articuló una visión de un panorama web cada vez más dominado por “agentes” impulsados por IA que exigen una reevaluación de la seguridad tradicional del navegador.

La predicción de Arora surge del rápido desarrollo de herramientas de IA agénticas por parte de gigantes tecnológicos como Microsoft, Google, OpenAI y Perplexity. Estos agentes de IA están diseñados para realizar tareas complejas en nombre de los usuarios, desde reservar viajes hasta gestionar finanzas, y, críticamente, requieren acceso profundo a los navegadores web para funcionar. Si bien son beneficiosos para los consumidores, esta capacidad en auge presenta un importante enigma de seguridad para las empresas. Arora advirtió que las empresas no tolerarán navegadores de consumo “a su antojo” que permitan que agentes de IA no controlados operen dentro de sus ecosistemas digitales. Hizo hincapié en que la seguridad ya no es una ocurrencia tardía, sino un habilitador fundamental, especialmente a medida que la IA acelera la velocidad de los ciberataques, reduciendo la ventana de detección y respuesta a apenas “veinticinco minutos”.

Las preocupaciones están bien fundamentadas dentro del panorama más amplio de la ciberseguridad. Los expertos predicen que la IA transformará los ataques automatizados en “motores prodigiosos de fraude digital”, con pérdidas globales por ciberdelincuencia que podrían alcanzar la asombrosa cifra de 12 billones de dólares en 2025. Los ataques asistidos por IA ahora pueden reconfigurarse y adaptarse en minutos, superando con creces los tiempos de respuesta humanos, y se espera que impulsen un aumento en la creación sofisticada de cuentas falsas, deepfakes y campañas de ingeniería social hiperrealistas. La mayoría del uso de IA generativa, aproximadamente el 80%, continúa ocurriendo dentro de los navegadores, lo que los convierte en un conducto principal para las amenazas emergentes. Estos agentes de IA de navegador, a pesar de su utilidad, poseen una preocupante falta de “conciencia cibernética”, similar a la de un niño pequeño, lo que los hace susceptibles a la manipulación e incapaces de reconocer indicadores maliciosos comunes como URL sospechosas o diseños de sitios web inusuales. Además, a menudo operan con los mismos niveles de privilegio que el usuario, otorgándoles acceso a datos y aplicaciones empresariales sensibles. Este escenario, sugiere Arora, obligará a las organizaciones a exigir el uso de navegadores seguros, alejándose de las opciones de grado de consumo.

Palo Alto Networks se está posicionando estratégicamente para abordar esta amenaza en evolución. La estrategia de “Plataformización” de la compañía, que implica la venta de paquetes de seguridad integrados, está demostrando ser exitosa, con los ingresos recurrentes anuales (ARR) de IA alcanzando aproximadamente 545 millones de dólares en el cuarto trimestre, casi triplicándose año tras año. Arora destacó el Prisma Access Browser de Palo Alto, integrado con su plataforma Secure Access Service Edge (SASE), como un componente crucial para las empresas que buscan salvaguardar datos sensibles durante las sesiones de navegación, independientemente de la ubicación del usuario. Este enfoque integrado tiene como objetivo proporcionar la plataforma de seguridad consistente necesaria para contrarrestar las amenazas impulsadas por IA.

En toda la industria, la carrera por integrar la IA en los navegadores es evidente, con la aparición de nuevos navegadores centrados en la IA como Comet de Perplexity y Browser Operator de Opera, con el objetivo de redefinir cómo los usuarios interactúan con Internet al delegar tareas a agentes de IA. Este cambio, si bien promete una mayor productividad, expande simultáneamente la superficie de ataque e introduce nuevas vulnerabilidades, lo que subraya la necesidad crítica de un cambio de paradigma en las estrategias de ciberseguridad. Las próximas guerras de navegadores no solo se tratarán de características o velocidad, sino de qué plataformas pueden ofrecer entornos verdaderamente seguros y controlados en un mundo impulsado por la IA.