Microsoft Revela: Los Empleos Menos Afectados por la IA

Gizmodo

La discusión omnipresente en torno a la inteligencia artificial y su impacto potencial en los mercados laborales globales sigue evolucionando, con nuevas investigaciones que arrojan luz sobre qué profesiones son más y menos susceptibles a la integración de la IA. Un estudio reciente realizado por investigadores de Microsoft ofrece información sobre la “aplicabilidad de la IA” en diversas funciones laborales, con el objetivo de aclarar dónde puede utilizarse la IA de manera más productiva.

La metodología del estudio implicó el análisis de las consultas de los usuarios enviadas al chatbot del motor de búsqueda de Microsoft, Bing Copilot. Los investigadores buscaron comprender “para qué actividades laborales los usuarios buscan asistencia de la IA, qué actividades realiza la IA y qué significa esto para las ocupaciones”. Este análisis llevó al desarrollo de una “puntuación de aplicabilidad de la IA”, una métrica diseñada para cuantificar la eficacia con la que se puede aplicar la IA dentro de una vocación específica. Según los investigadores, esta puntuación ayuda a rastrear “la frontera de la relevancia de la IA para el trabajo”.

Los hallazgos indican que las ocupaciones con alta aplicabilidad de la IA con frecuencia aprovechan la tecnología en una capacidad de apoyo. En estos roles, la IA a menudo funciona como un “entrenador, asesor o maestro”, principalmente recopilando y explicando información al usuario humano. El estudio identificó las puntuaciones más altas de aplicabilidad de la IA dentro de los grupos ocupacionales de “trabajo de conocimiento”, como los campos de la informática y las matemáticas, y los roles de soporte de oficina y administrativo. Los puestos de ventas, que implican en gran medida la provisión de información y la comunicación, también obtuvieron una alta clasificación. Ejemplos de roles con alta aplicabilidad de la IA incluyen escritores, analistas financieros, desarrolladores web, especialistas en marketing y contadores.

Por el contrario, los trabajos con baja aplicabilidad de la IA tienden a ser más prácticos y requieren presencia física o habilidades manuales especializadas. Se encontró que estas profesiones de “cuello azul” eran menos receptivas a la integración actual de la IA. Los ejemplos citados incluyen lavaplatos, albañiles, operadores de estaciones de bombeo de gas, lijadores de suelos, operadores de lanchas motoras, trabajadores de eliminación de residuos peligrosos y embalsamadores. Estos roles suelen implicar tareas que son difíciles de realizar o asistir eficazmente para los modelos de IA actuales.

Aunque existen estas distinciones, el estudio de Microsoft advierte contra la extracción de conclusiones simplistas sobre el desplazamiento laboral. El informe establece explícitamente que “es tentador concluir que las ocupaciones que tienen una alta superposición con las actividades que realiza la IA serán automatizadas y, por lo tanto, experimentarán pérdida de empleo o salarios, y que las ocupaciones con actividades que la IA asiste serán aumentadas y aumentarán los salarios”. Sin embargo, advierte que “esto sería un error, ya que nuestros datos no incluyen los impactos comerciales posteriores de la nueva tecnología, que son muy difíciles de predecir y a menudo contraintuitivos”.

Esta perspectiva sugiere que, si bien la IA puede mejorar significativamente la productividad en ciertos roles, predecir el impacto final en el número de empleos o los salarios sigue siendo complejo. Las implicaciones económicas y sociales más amplias de las nuevas tecnologías suelen ser multifacéticas y no siempre siguen patrones sencillos de automatización que conducen directamente a la pérdida de empleo. Las tendencias de la industria, como los recientes despidos en sectores donde la IA ha avanzado, sugieren un impacto a corto plazo dinámico y a veces disruptivo. Sin embargo, los efectos a largo plazo en el mercado laboral siguen siendo objeto de investigación y debate continuos.

En última instancia, el estudio de Microsoft proporciona un marco valioso para comprender dónde son más relevantes las capacidades actuales de la IA en el lugar de trabajo. Destaca una clara división entre los roles intensivos en conocimiento, donde la IA puede actuar como un asistente poderoso, y los roles de trabajo manual, que permanecen en gran medida aislados de las aplicaciones actuales de la IA. La investigación subraya la relación en evolución entre los trabajadores humanos y la inteligencia artificial, enfatizando la mejora sobre el reemplazo total en muchos contextos profesionales.