Tendencias Tecnológicas de McKinsey 2025: IA Agéntica, Chips y Conectividad
McKinsey & Company ha publicado su quinto informe anual “Technology Trends Outlook” (Perspectivas de Tendencias Tecnológicas), ofreciendo información sobre las tecnologías de vanguardia destinadas a proporcionar ventajas competitivas en 2025. El análisis de la consultora se basa en una metodología integral, considerando la inversión de capital, la actividad de patentes, las tendencias de búsqueda y la demanda de talento para identificar las innovaciones más significativas que transforman las empresas durante el último año.
Aquí un resumen de las tendencias clave destacadas por McKinsey:
IA Agéntica
Entre las tendencias destacadas, McKinsey resalta la IA Agéntica, definiéndola como un “compañero de trabajo virtual que puede planificar y ejecutar flujos de trabajo”. Esta tecnología atrajo 1.100 millones de dólares en inversión de capital en 2024, contribuyendo al total de 124.000 millones de dólares invertidos en tecnologías de IA. El rápido crecimiento se subraya por un notable aumento del 985% en las ofertas de empleo desde 2023. McKinsey atribuye este aumento de la inversión a las diversas aplicaciones de la IA, incluyendo la logística de última milla, la navegación en entornos dinámicos y el despliegue de compañeros de trabajo virtuales. Esto significa el papel cambiante de la IA hacia capacidades más dinámicas y autónomas.
Semiconductores Específicos para Aplicaciones
La proliferación de la IA agéntica y otras tecnologías avanzadas ha impulsado una inversión significativa en semiconductores específicos para aplicaciones. Estas innovaciones son cruciales para gestionar el coste, el calor y el consumo de energía, particularmente a medida que el entrenamiento de IA exige una capacidad de computación, memoria y capacidades de red exponencialmente mayores. En consecuencia, 7.500 millones de dólares en inversión de capital han fluido hacia este sector. A pesar de la necesidad continua de investigación, McKinsey señala que la Ley de Moore —la observación empírica de que el número de transistores en un circuito integrado se duplica aproximadamente cada dos años— sigue siendo válida.
Conectividad Avanzada
A medida que la economía de datos global se expande y los dispositivos se vuelven cada vez más “inteligentes”, la demanda de tecnología de comunicaciones escalable se ha intensificado. McKinsey destaca que dispositivos que van desde teléfonos y automóviles hasta controles domésticos y equipos industriales ahora requieren una conectividad robusta a la nube. Para satisfacer estas crecientes necesidades, soluciones de conectividad avanzada como redes inalámbricas de baja potencia, 5G, sistemas celulares y satélites de órbita terrestre baja han atraído 44.200 millones de dólares en inversión de capital.
Computación en la Nube/Borde
Reconociendo que muchas empresas carecen del capital para centros de datos a gran escala, la computación en la nube/borde ha surgido como una solución vital, permitiendo a las empresas externalizar su procesamiento a nodos regionales. A medida que el procesamiento de IA se traslada cada vez más a la nube, las empresas priorizan las mejoras en la latencia, los costes de transferencia y la seguridad. McKinsey observa una tendencia hacia la reubicación de centros de datos en áreas con infraestructura avanzada, la adopción de programas de energía sostenible y la inversión en soluciones de refrigeración líquida. Por ejemplo, Meta ha desarrollado redes de centros de datos especializadas que utilizan clústeres de GPU para optimizar el entrenamiento de IA para tareas como clasificación, recomendación de contenido y procesamiento de lenguaje natural. En general, la tecnología en la nube ha recibido 80.800 millones de dólares en inversión de capital.
Tecnología de Realidad Inmersiva
Aunque relativamente tranquila este año, la tecnología de realidad inmersiva vio lanzamientos notables de productos en 2024, incluyendo el Vision Pro de Apple y el Quest 3S de Meta. Indicando aún más el interés del mercado, Meta también se asoció con Ray-Ban para lanzar gafas de IA ligeras. Este sector ha obtenido aproximadamente 6.000 millones de dólares en inversión de capital.
Ciberseguridad
Con el uso generalizado del almacenamiento en la nube, el imperativo de proteger los datos sensibles ha impulsado un crecimiento sustancial en la ciberseguridad. McKinsey informa que este sector crítico ha atraído 77.800 millones de dólares en inversión de capital.
Computación Cuántica
Aunque aún es un campo naciente, la computación cuántica está ganando terreno, a pesar de que la IA domina gran parte del enfoque tecnológico empresarial. Su potencial para cálculos complejos y redes de comunicación seguras ha llevado a 2.000 millones de dólares en inversión de capital. McKinsey señala las inversiones continuas en la mejora de la fiabilidad de los cúbits y la mitigación de errores en tiempo real, cruciales para un software cuántico más preciso y fiable. Los avances recientes incluyen el logro de Atom Computing de una fidelidad de puerta de dos cúbits del 99,6%, un avance significativo en la corrección de errores, y el Willow Chip de Google, diseñado para reducir exponencialmente los errores a medida que se añaden más cúbits. Estos desarrollos sugieren que la tecnología cuántica está acelerando su ritmo de innovación.
Futuro de la Robótica
Los robots aumentados con IA están atrayendo una atención significativa por sus aplicaciones industriales, particularmente su capacidad para realizar tareas de forma autónoma o semiautónoma. Este creciente interés se ha traducido en 7.000 millones de dólares en inversión de capital para el Futuro de la Robótica.
Futuro de la Movilidad
Los avances en IA han mejorado profundamente los vehículos autónomos, ejemplificado por los desarrollos de empresas como Tesla y Waymo. Este sector, que representa el Futuro de la Movilidad, ha atraído una sustancial inversión de capital de 131.000 millones de dólares.
Bioingeniería
La IA también es un potente acelerador en la bioingeniería, avanzando significativamente en el mapeo del genoma y la edición genética. Esto ha llevado a una sustancial inversión de capital de 57.000 millones de dólares. McKinsey señala el papel de la IA en la aceleración del desarrollo de fármacos al modelar estructuras moleculares únicas para un diseño rápido de compuestos, así como su utilidad en el modelado de sistemas de cultivo celular y el diseño de arquitectura de tejidos para la investigación con células madre.
Tecnología Espacial
La inversión privada en tecnología espacial alcanzó los 9.300 millones de dólares este año, con la mayoría de la innovación concentrada en constelaciones de satélites y conectividad directa a dispositivos, según McKinsey.
Sostenibilidad Energética
Sorprendentemente, las tecnologías de sostenibilidad energética obtuvieron la mayor parte de la inversión de capital en 2024, asegurando unos impresionantes 223.200 millones de dólares. Esta financiación apoya una amplia gama de iniciativas, incluyendo electrones limpios, electrificación y moléculas limpias, todas destinadas a descarbonizar el sistema energético global. McKinsey señala que la demanda de electricidad ha aumentado significativamente, siendo los centros de datos —frecuentemente utilizados para el entrenamiento de IA— los principales contribuyentes. Este consumo de energía creciente ejerce una presión considerable sobre las redes eléctricas locales, lo que subraya la urgente necesidad de descarbonización. Sin embargo, para satisfacer la demanda máxima, algunas ciudades que albergan estas operaciones intensivas en energía están construyendo simultáneamente plantas y motores de gas junto con sistemas de almacenamiento de energía en baterías. Esto resalta la necesidad crítica de soluciones energéticas limpias, sostenibles y eficientes para apoyar las crecientes demandas de procesamiento de datos.
En resumen, el panorama para 2025 revela un flujo sustancial de capital hacia una diversa gama de tecnologías, desde la ciberseguridad hasta la bioingeniería. La sostenibilidad energética y el futuro de la movilidad destacan como áreas que atraen inversiones particularmente masivas. Si bien estas cifras indican una fuerte confianza en el avance tecnológico, el impacto total de estas inversiones en los flujos de trabajo corporativos y la vida diaria aún está por verse.