Wyoming: El Centro de IA que Consumirá Más Electricidad que Todas las Viviendas
Una nueva instalación de inteligencia artificial (IA) planeada para Wyoming proyecta consumir más electricidad que todos los hogares residenciales del estado combinados, destacando una tendencia nacional creciente donde la infraestructura de IA está superando rápidamente la capacidad de los sistemas de energía y agua existentes. Este desarrollo, encabezado por el desarrollador de centros de datos de IA Crusoe y el proveedor de infraestructura energética Tallgrass, estará ubicado cerca de Cheyenne. La fase inicial del campus está configurada para un uso de energía de 1.8 gigavatios (GW), con el potencial de escalar hasta 10 GW. Para poner esto en perspectiva, 1 GW puede alimentar aproximadamente un millón de hogares.
Las inmensas demandas de energía de los centros de datos de IA se están convirtiendo en una tensión significativa para los sistemas de servicios públicos en todo Estados Unidos. Las estimaciones de la industria sugieren que los centros de datos actualmente representan el 4.4% del consumo de electricidad de EE. UU., una cifra que podría alcanzar el 12% para 2028. Algunas empresas de servicios públicos incluso advierten de un posible aumento del 50% en la demanda nacional de electricidad dentro de los próximos cinco años, un nivel de crecimiento para el cual ningún estado está preparado actualmente. La intensidad energética de las consultas de IA es sustancialmente mayor que el uso tradicional de internet; por ejemplo, una solicitud típica de ChatGPT utiliza aproximadamente 2.9 vatios-hora de electricidad, casi diez veces más que una búsqueda web estándar. Esta demanda creciente ya está impulsando a empresas de servicios públicos como Pacific Gas & Electric a revertir los planes para retirar centrales de carbón, mientras que los operadores de la red en Texas han emitido alertas de emergencia.
Wyoming ha emergido como una ubicación atractiva para dicha infraestructura debido a su estabilidad geográfica, conectividad a la red troncal de internet nacional a través de la Interestatal 80, y su significativo excedente de energía. El estado produce aproximadamente 12 veces más energía de la que consume, clasificándose como el tercer mayor proveedor neto de energía de la nación. Esta abundancia de energía ya ha atraído a empresas como Microsoft y Meta, con el centro de datos a hiperescala de Meta de 900 acres cerca de Cheyenne a punto de completarse. La nueva instalación de Crusoe y Tallgrass tiene la intención de aprovechar múltiples fuentes de energía, incluido el gas natural y futuros desarrollos de energía renovable, y operará con energía autónoma en lugar de depender únicamente de la red estatal, debido a la magnitud de su consumo proyectado. A su máxima capacidad de 10 GW, el consumo anual de energía de la instalación podría ser de 87.6 teravatios-hora, el doble de la producción total de energía actual del estado.
Más allá de la electricidad, los centros de datos de IA también requieren importantes recursos hídricos, principalmente para sistemas de enfriamiento. Muchas instalaciones utilizan enfriamiento por evaporación, con estimaciones que sugieren que cada gran centro de datos podría usar 2 millones de litros de agua por día, equivalente al consumo diario de 6,500 hogares estadounidenses. Esto plantea un desafío particular para los estados occidentales con estrés hídrico. Por ejemplo, los centros de datos en el centro de Texas consumieron 463 millones de galones de agua en 2023 y 2024, y las proyecciones indican que los centros de datos de Texas podrían consumir casi 400 mil millones de galones para 2030, lo que representa aproximadamente el 7% del uso total de agua proyectado del estado. Grandes empresas tecnológicas como Google, Microsoft y Meta han utilizado miles de millones de galones de agua para sus centros de datos y están siendo examinadas por su huella hídrica, particularmente en áreas propensas a la sequía.
La rápida expansión de la infraestructura de IA conlleva importantes implicaciones económicas y ambientales. Satisfacer los requisitos de infraestructura necesarios podría costar hasta 2 billones de dólares para 2030, con un estimado de 5.7 a 9.2 mil millones de dólares anuales en costos relacionados con la salud pública debido al aumento de las emisiones. Se anticipa que estos costos se trasladarán a los consumidores a través de facturas de servicios públicos más altas. Por ejemplo, los clientes en la región de interconexión PJM, que incluye una alta concentración de centros de datos, han visto aumentos en las facturas de energía de hasta el 20% este verano, con un monitor independiente atribuyendo tres cuartas partes de estos aumentos a la demanda de los centros de datos.
Afrontar estos desafíos requiere un enfoque multifacético centrado en la sostenibilidad. Las innovaciones en eficiencia energética para centros de datos incluyen tecnologías de enfriamiento avanzadas como el enfriamiento líquido, que puede ser significativamente más eficiente que el enfriamiento por aire tradicional. La propia IA puede desempeñar un papel en la optimización de la gestión energética dentro de los centros de datos a través de análisis predictivos y distribución inteligente de la carga de trabajo, lo que podría reducir el consumo de energía y mejorar el rendimiento operativo. Además, la integración de centros de datos con redes inteligentes podría permitirles almacenar el exceso de energía renovable y devolverlo a la red durante la demanda máxima, mejorando la estabilidad y sostenibilidad general de la red. El desarrollo de la computación de baja potencia y el uso de fuentes de energía renovables también son pasos cruciales para mitigar el impacto ambiental de la IA.