Trump Exige Dimisión del CEO de Intel por Conflictos con China

Gizmodo

El expresidente Donald Trump ha pedido públicamente la dimisión inmediata del CEO de Intel, Lip-Bu Tan, alegando conflictos de interés. Esta demanda ejerce una presión adicional sobre el gigante de los chips informáticos, que actualmente se encuentra en un esfuerzo crítico de recuperación. Tan, quien asumió el cargo de CEO el pasado marzo, enfrenta el desafío de revitalizar Intel después de que la compañía perdiera en gran medida el impulso inicial de la revolución de la inteligencia artificial.

Trump articuló su demanda en una publicación en redes sociales, declarando: “El CEO de INTEL está altamente CONFLICTIVO y debe renunciar, inmediatamente. No hay otra solución a este problema.” Este pronunciamiento llega justo un día después de que el senador Tom Cotton de Arkansas enviara una carta al presidente de la Junta Directiva de Intel, Frank Yeary, planteando preguntas similares sobre los lazos financieros de Tan. La investigación del senador Cotton se centró específicamente en las inversiones de Tan en empresas chinas de chips y sus supuestas conexiones con el gobierno y el ejército chinos.

Más allá de las inversiones actuales, la carta de Cotton también destacó el anterior mandato de trece años de Tan como CEO de Cadence Design Systems, un cargo que ocupó hasta 2021. En un desarrollo significativo el pasado julio, Cadence se declaró culpable de violar los controles de exportación de EE. UU. La compañía admitió haber vendido hardware y software restringidos a la Universidad Nacional de Tecnología de Defensa de China sin obtener las licencias necesarias de las autoridades estadounidenses. Cotton subrayó la gravedad de estas asociaciones al señalar la sustancial financiación federal de Intel: “Intel recibió casi 8 mil millones de dólares de la Ley CHIPS y de Ciencia, la subvención más grande a una sola empresa.” Esta ley, diseñada para impulsar la fabricación nacional de semiconductores, implica que, como receptora de los dólares de los contribuyentes estadounidenses, Intel está obligada a ser una “gestora responsable” y a cumplir con las regulaciones de seguridad, lo que implica que los antecedentes de Tan plantean dudas sobre la capacidad de la empresa para cumplir estos compromisos.

En respuesta a la carta del senador Cotton, Intel emitió un comunicado a Reuters, afirmando que tanto la compañía como el Sr. Tan están “profundamente comprometidos con la seguridad nacional de los Estados Unidos” y se comprometieron a abordar las preocupaciones planteadas por el senador. Esta no es la primera instancia en que la administración Trump, o de hecho un expresidente, intenta ejercer influencia sobre el liderazgo corporativo y dirigir decisiones comerciales, particularmente a través de herramientas económicas como aranceles y políticas comerciales destinadas a fomentar la inversión nacional. Figuras destacadas de la tecnología y los negocios, incluidos el CEO de Apple, Tim Cook, Sam Altman de OpenAI, Jensen Huang de Nvidia y Jeff Bezos de Amazon, han interactuado con Trump durante su mandato anterior y desde entonces, a menudo buscando avanzar sus respectivas agendas corporativas dentro de este panorama político.

La presión política aumenta justo cuando Tan ha comenzado a implementar su estrategia integral para el resurgimiento de Intel. Apenas el mes pasado, esbozó planes para reducir significativamente la fuerza laboral de la compañía en aproximadamente un 15% para fines de año y para recortar gastos al desechar planes previamente anunciados para nuevas fábricas en Alemania y Polonia. En un memorando interno a los empleados, Tan reconoció las dificultades, afirmando: “Sé que los últimos meses no han sido fáciles. Estamos tomando decisiones difíciles pero necesarias para optimizar la organización, impulsar una mayor eficiencia y aumentar la responsabilidad en todos los niveles de la empresa.” Con respecto a las ambiciones de Intel en inteligencia artificial, Tan enfatizó la necesidad de una “estrategia de pila” cohesiva, lo que significa no solo desarrollar chips de vanguardia, sino también integrarlos con el software y los sistemas necesarios. Articuló este enfoque como el diseño de “software, sistemas y silicio que permitan los mejores resultados para el cliente”, comenzando desde las cargas de trabajo emergentes de IA.

Con un expresidente oponiéndose públicamente a su liderazgo, la ya ambiciosa y desafiante misión de Lip-Bu Tan de devolver a Intel a la prominencia de la industria se ha vuelto, sin duda, significativamente más compleja. La convergencia del escrutinio político, las preocupaciones de seguridad nacional y una exigente reestructuración corporativa pinta un panorama formidable para el camino a seguir del fabricante de chips.