Elon Musk: La IA tomará todos los trabajos, incluido el mío

Gizmodo

Elon Musk, el CEO de Tesla y el individuo más rico del mundo, emitió recientemente una dura advertencia que resuena profundamente con las crecientes ansiedades sobre la inteligencia artificial: ningún trabajo, ni siquiera el suyo propio, está a salvo de las capacidades invasoras de la IA. Este pronunciamiento, entregado a través de X (anteriormente Twitter), la plataforma de redes sociales de su propiedad, llegó en respuesta a una publicación que elogiaba las virtudes de ChatGPT de OpenAI. El mensaje original destacaba el uso exitoso de ChatGPT por parte de un sobreviviente de cáncer para desafiar opiniones médicas, abogar por sí mismo y tomar decisiones de tratamiento más informadas. El usuario especuló que esta dinámica emergente inevitablemente “desordenaría la industria médica y molestaría a los médicos”, prediciendo una “batalla inminente” entre la medicina tradicional y la IA, afirmando que “los médicos pueden equivocarse, y la IA puede ser útil y salvar vidas”.

Para Musk, este escenario no es un punto de debate, sino una trayectoria clara. Afirmó inequívocamente: “La IA ya es mejor que la mayoría de los médicos. Esa es la verdad. Y se volverá mucho mejor. Lo mismo para todos los trabajos, incluido el mío”. Esta franca admisión destaca en Silicon Valley, donde muchos líderes tecnológicos, incluso mientras defienden la eficiencia de la IA y supervisan la reducción de empleos, rara vez proyectan tal futuro en sus propios roles.

Los comentarios de Musk encendieron inmediatamente una ráfaga de reacciones en las redes sociales. Algunos usuarios expresaron admiración, imaginando un futuro de IA “increíble” donde todos podrían acceder a “Elon en tiempo real”, u ofreciéndole “paz y mucho amor” cuando finalmente sea reemplazado. Otros, sin embargo, expresaron una palpable inquietud, cuestionando las implicaciones sociales: “Entonces, ¿hay una solución? ¿O se nos pagará a todos por no hacer nada mientras la IA hace todo el trabajo pesado por nosotros?” Musk no ofreció una respuesta directa a esta apremiante pregunta.

Más allá del pronóstico individual de Musk, el panorama laboral más amplio ya se está preparando para cambios significativos impulsados por la IA. Inversores de alto perfil como Mark Cuban aconsejan una preparación proactiva en lugar de pánico, instando a las personas a adquirir nuevas habilidades relevantes para la IA y a cultivar habilidades centradas en el ser humano que las máquinas no pueden replicar fácilmente. Su argumento postula una demanda continua de supervisión humana en la programación, capacitación y gestión de sistemas de IA, así como en la educación de otros sobre su uso. El informe El Futuro de los Empleos 2025 del Foro Económico Mundial subraya esta doble realidad: mientras que el 41% de los empleadores globales (y el 48% en EE. UU.) anticipan reducciones de personal debido a la IA, un sustancial 77% espera mejorar las habilidades de su personal actual para colaborar con la IA, y el 47% se está preparando para la transición de trabajadores de roles en declive a nuevas posiciones.

La última advertencia de Musk coincidió con el lanzamiento de GPT-5 por parte de OpenAI, la iteración más reciente de su popular chatbot de IA. OpenAI describe a GPT-5 como una evolución hacia “un socio de pensamiento más activo”, capaz de identificar proactivamente preocupaciones, hacer preguntas aclaratorias y entregar respuestas más precisas y conscientes del contexto. La compañía enfatiza la seguridad y confiabilidad mejoradas de GPT-5 en diversos escenarios, con un enfoque particular en las aplicaciones de atención médica. Cabe señalar que Musk no es solo un observador de esta evolución tecnológica; es un participante clave. Su empresa, xAI, fundada hace dos años, desarrolla herramientas avanzadas de IA, incluido el potente chatbot Grok. A pesar de las críticas sobre la ocasional difusión de información errónea por parte de Grok, su última versión, SuperGrok, es ampliamente considerada por los expertos como uno de los modelos de IA más capaces disponibles actualmente.

El avance implacable de modelos de IA como GPT-5 transforma cada vez más la “profecía” de Musk de un concepto de ciencia ficción lejano a una realidad inminente. Lo que está en juego es inmenso, ya que los sistemas de IA cada vez más capaces están a punto de redefinir no solo los mercados laborales, sino la esencia misma del trabajo humano. Si incluso un visionario como Elon Musk cree que su propio papel altamente complejo e influyente puede ser automatizado, esto plantea una pregunta más inquietante para todos los demás: ¿qué pasará después?