Era de la IA: Graduados en CS Luchan por Empleos Tech

Nytimes

Durante años, la promesa de una lucrativa carrera en tecnología sirvió como un poderoso imán, atrayendo a innumerables estudiantes a programas de ciencias de la computación. Manasi Mishra, una recién graduada de la Universidad de Purdue, encarna esta narrativa. Habiendo crecido cerca de Silicon Valley, ella recuerda vívidamente la retórica omnipresente de ejecutivos tecnológicos e influencers de redes sociales: aprende a codificar, obtén un título en ciencias de la computación y te esperará un salario inicial de seis cifras. Esta promesa dorada encendió su pasión temprano, llevándola a programar su primer sitio web en la escuela primaria, a seguir computación avanzada en la escuela secundaria y, finalmente, a especializarse en ciencias de la computación en la universidad.

Sin embargo, la realidad post-graduación de la Sra. Mishra contradice drásticamente estas expectativas de larga data. A pesar de una búsqueda de un año de empleos y pasantías en tecnología, la joven de 21 años se graduó en mayo sin una sola oferta. La crudeza de su situación fue destacada en un video de TikTok que publicó este verano, el cual rápidamente acumuló más de 147,000 vistas. En él, reveló: “Acabo de graduarme con un título en ciencias de la computación, y la única empresa que me ha llamado para una entrevista es Chipotle”.

Desde principios de la década de 2010, un coro de voces —desde multimillonarios y líderes de la industria tecnológica hasta presidentes de EE. UU.— ha instado constantemente a los jóvenes a adoptar la codificación. El argumento era simple: adquirir estas habilidades tecnológicas no solo impulsaría las perspectivas laborales individuales, sino que también fortalecería la economía nacional. Las empresas tecnológicas, a su vez, endulzaron el trato con promesas de altos salarios, generosos beneficios y envidiables ventajas laborales. Este estímulo sostenido impulsó un auge en las inscripciones en ciencias de la computación, con estudiantes como la Sra. Mishra dedicando años a dominar las mismas habilidades consideradas esenciales para el éxito futuro. Su actual predicamento, sin embargo, sirve como una conmovedora ilustración de un panorama cambiante, donde el camino una vez asegurado desde un título en ciencias de la computación hasta un trabajo tecnológico bien remunerado parece cada vez más incierto.