EMT a los 61: Por qué la IA no reemplazará roles humanos compasivos

Businessinsider

En un mundo cada vez más moldeado por la inteligencia artificial y la automatización, la historia de Stephen Condon ofrece una contra-narrativa convincente: un testimonio del valor perdurable de la conexión humana y la toma de decisiones críticas e in situ. A sus 61 años, después de una carrera de cuatro décadas en el dinámico ámbito del marketing tecnológico, Condon se embarcó en un giro radical en su carrera, convirtiéndose en Técnico de Emergencias Médicas (EMT), un rol que, según él, la IA nunca podrá tomar.

La extensa vida profesional de Condon lo vio prosperar en el marketing tecnológico, coordinando ferias comerciales, elaborando estrategias de marca, desarrollando publicaciones de blog y liderando campañas de redes sociales. Incluso logró su ambición de liderar el marketing para una empresa pública a sus treinta años. Sin embargo, a pesar de este éxito, Condon se sentía sin inspiración, atrapado en una rutina cómoda pero insatisfactoria. El deseo de un sentido de propósito más profundo y un retorno al compromiso comunitario finalmente impulsaron su dramático cambio de carrera.

La transición fue rápida e inmersiva. Condon se matriculó en un exigente curso de EMT de 10 semanas en un colegio comunitario, uniéndose a compañeros de clase que a menudo tenían un tercio de su edad. Abrazó el entorno de aprendizaje, profundizando en libros de texto y memorizando protocolos. Para noviembre de 2024, se había graduado y aprobado con éxito el riguroso examen NREMT, un hito que encontró más gratificante que cualquier otro logro social pasado. Sus primeras salidas con servicios de ambulancia lo sumergieron rápidamente en el corazón de la respuesta a emergencias, incluyendo la asistencia en una llamada por paro cardíaco. Esta experiencia inmediata y práctica solidificó su convicción de que había tomado una de las mejores decisiones de su vida, encontrando propósito y comunidad en la parte trasera de una ambulancia.

La afirmación de Condon de que el papel de EMT es inmune al desplazamiento por IA resuena con los expertos de la industria. Las profesiones sanitarias, particularmente aquellas en primera línea como los paramédicos y los EMT, son consistentemente identificadas como altamente resistentes a la automatización. Esto se debe a la naturaleza inherentemente impredecible y de alto riesgo de su trabajo, que exige una toma de decisiones rápida y crítica en entornos estresantes y en tiempo real. La IA, si bien es potente en el procesamiento de datos y el reconocimiento de patrones, lucha por replicar las cualidades humanas matizadas esenciales para los servicios médicos de emergencia: inteligencia emocional, empatía, juicio moral y la capacidad de adaptarse a circunstancias imprevistas. Los EMT deben evaluar situaciones únicas, priorizar la atención y pensar sobre la marcha, brindando consuelo y atención práctica que los algoritmos no pueden imitar. Si bien la IA puede complementar la atención médica agilizando procesos y mejorando la precisión diagnóstica, su función es de aumento, no de sustitución, asegurando que la experiencia humana siga siendo central en la atención al paciente.

El viaje de Condon también refleja una tendencia social más amplia de individuos que realizan cambios significativos en su carrera más tarde en la vida. Muchas personas mayores de 60 años eligen redefinir sus trayectorias profesionales, a menudo impulsadas por una búsqueda de mayor felicidad, satisfacción laboral y realización personal en lugar de únicamente la ganancia financiera. Lejos de ser un obstáculo, la edad puede ser una ventaja distintiva en tales giros. Los profesionales mayores aportan una madurez invaluable, paciencia y una amplia experiencia en la vida real, lo que les permite tomar decisiones más inteligentes bajo presión y manejar situaciones complejas con una actitud tranquila. Este cambio no se trata de “empezar de nuevo” sino de “empezar desde la experiencia”, aprovechando décadas de conocimiento acumulado, adaptabilidad y resiliencia en nuevos roles impulsados por un propósito.

El salto de Stephen Condon de la escalera corporativa a la sirena de la ambulancia sirve como un poderoso recordatorio de que la reinvención no conoce límites de edad. Su historia subraya el valor irremplazable de la empatía humana y la adaptabilidad en un mundo cada vez más automatizado, demostrando que el verdadero propósito a menudo reside donde la tecnología no puede pisar.