Perspectivas de la AGI: Predicciones, Impulsores y el Camino a la IA Humana

Technologyreview

A pesar de sus notables capacidades en campos como el descubrimiento de fármacos y el desarrollo de software, los modelos de inteligencia artificial más avanzados de hoy a menudo fallan en rompecabezas simples que un humano puede resolver en cuestión de minutos. Esta paradoja yace en el núcleo del desafío de la inteligencia artificial general (AGI): la búsqueda de sistemas de IA que puedan igualar o incluso superar la inteligencia humana en un espectro completo de dominios cognitivos. La pregunta central para la revolución actual de la IA es si realmente puede producir tales modelos y, de ser así, qué habilitadores fundamentales, ya sean innovaciones de hardware, software sofisticado o la intrincada orquestación de ambos, serían necesarios para impulsarlos.

Figuras destacadas en el ámbito de la IA ofrecen visiones convincentes y cronogramas cada vez más agresivos para la aparición de la AGI. Dario Amodei, cofundador de Anthropic, proyecta que una forma de “IA potente” podría materializarse tan pronto como en 2026. Él visualiza sistemas capaces de alcanzar una “inteligencia de dominio a nivel de Premio Nobel”, cambiando sin problemas entre diferentes interfaces como texto, audio y el mundo físico, y poseyendo la autonomía para razonar hacia objetivos complejos en lugar de simplemente responder a indicaciones y preguntas. De manera similar, Sam Altman, CEO de OpenAI, cree que las propiedades similares a la AGI ya están “vislumbrándose”, anunciando una transformación social a la par del impacto de la electricidad e internet. Altman atribuye este rápido progreso a los avances continuos en metodologías de entrenamiento, adquisición de datos y poder computacional, junto con la caída de los costos operativos, prediciendo un aumento “superexponencial” en el valor socioeconómico.

Este optimismo se extiende mucho más allá de los fundadores de los principales laboratorios de IA. Las previsiones agregadas indican al menos un 50% de probabilidad de que los sistemas de IA logren varios hitos significativos de la AGI para 2028. Más específicamente, una encuesta de expertos estima un 10% de posibilidades de que las máquinas sin ayuda superen a los humanos en cada tarea concebible para 2027, con esa probabilidad aumentando al 50% para 2047. Lo que es particularmente sorprendente es la reducción de estos cronogramas proyectados con cada avance sucesivo. Donde antes la AGI se consideraba una perspectiva distante —quizás a 50 años en el momento del lanzamiento de GPT-3—, el horizonte se había reducido, según se informa, a solo cinco años para finales de 2024. Este ritmo acelerado subraya el profundo impacto que los grandes modelos de lenguaje y razonamiento ya están teniendo en prácticamente todas las industrias, una transformación destacada por Ian Bratt, vicepresidente de tecnología de aprendizaje automático y miembro de Arm. La convergencia de los avances de hardware, las arquitecturas de software refinadas y los conjuntos de datos cada vez más grandes no solo mejora incrementalmente la IA; parece estar comprimiendo la línea de tiempo para lo que muchos creen que será el salto tecnológico más significativo en la historia de la humanidad.