Lanzamiento del 'Robocoche' de Tensor: Vínculos con AutoX de China

Theverge

Una nueva compañía ha emergido hoy con una audaz afirmación: ha desarrollado “el primer vehículo autónomo de producción en volumen, listo para el consumidor, diseñado desde cero para la propiedad privada a gran escala”. Bautizada como Tensor, la compañía se presenta como una “empresa de agentes de IA líder” con sede en San José, California. Sin embargo, a pesar de sus audaces pronunciamientos, sorprendentemente poca información pública existe sobre sus verdaderos orígenes o las entidades que respaldan este ambicioso proyecto.

Profundizar revela una conexión significativa. Según una solicitud de marca registrada presentada el pasado abril, Tensor está afiliada a AutoX, un desarrollador chino de vehículos autónomos con operaciones establecidas tanto en Estados Unidos como en su país de origen. En particular, el anuncio oficial de Tensor no menciona esta conexión con AutoX o China. En cambio, afirma una dedicación a “construir productos de agentes que empoderen a los consumidores individuales”, con el “robocoche” Tensor como su oferta insignia. La compañía también afirma mantener oficinas en Barcelona, Singapur y Dubái. Esta separación estratégica sugiere fuertemente que AutoX podría haber escindido su equipo con sede en EE. UU. como Tensor, posiblemente como una maniobra para navegar las crecientes restricciones gubernamentales sobre el software chino en vehículos. Un portavoz de Tensor aún no ha respondido a las preguntas sobre su afiliación con AutoX.

AutoX, fundada en 2016 por el exprofesor de Princeton Jianxiong Xiao (también conocido como “Profesor X”), ha estado probando silenciosamente sus vehículos autónomos en San José y sus alrededores desde su creación. Xiao es un especialista destacado en aprendizaje 3D, visión por computadora y robótica. Aunque menos prominente que algunos de sus homólogos en EE. UU. y China, AutoX ha atraído a inversores de alto perfil, incluidos el grupo chino Dongfeng Motor Group y el gigante del comercio electrónico Alibaba. La compañía también forjó una asociación con Fiat Chrysler (ahora Stellantis) en 2020 para lanzar un servicio de robotaxi en China. En 2022, AutoX estableció un centro de operaciones de robotaxi en San Francisco con aspiraciones de servicio comercial, aunque aún no ha obtenido los permisos necesarios para dicha operación. Para los permisos que sí posee, la compañía parece haber registrado su nombre de marca renovado con el Departamento de Vehículos Motorizados de California, listando a Tensor como una de las seis únicas compañías, junto a gigantes de la industria como Waymo y Zoox, autorizadas para probar vehículos completamente sin conductor en las vías públicas de California.

Ahora, parece que AutoX está cambiando su enfoque de los robotaxis a lo que denomina “robocoches” para propiedad personal. Tensor afirma que su vehículo es “el primer y único vehículo autónomo L4 disponible para propiedad personal”, con planes de lanzamiento en EE. UU., Europa y Oriente Medio a partir de 2026. Amy Luca, Directora de Marketing de Tensor y exejecutiva de la firma de marketing Monks, articuló la visión de la compañía en un comunicado de prensa: “Cuando el mundo cambie… ¿cómo te moverás? Estamos construyendo un mundo donde los individuos poseen sus agentes personales de IAG, mejorando la libertad, la privacidad y la autonomía. Con Tensor, estamos introduciendo el primer Robocoche personal del mundo, marcando el comienzo de la era de los vehículos definidos por IA. Esto no es un coche tal como lo conocemos. Es un agente personal encarnado que te mueve.” Esta retórica, repleta de palabras de moda como “agentes de IAG”, tiene claramente como objetivo alinear a Tensor con la actual expectación que rodea la inteligencia artificial general y los chatbots avanzados, quizás sugiriendo que los vehículos autónomos tradicionales son cosa “de la década pasada”.

El robocoche Tensor en sí mismo parece ser una maravilla tecnológica, con una extensa gama de sensores diseñados para una percepción ambiental integral. Esto incluye 37 cámaras, 5 lidars, 11 radares, 22 micrófonos, 10 sensores ultrasónicos, 3 IMU (unidades de medición inercial), GNSS (Sistema Global de Navegación por Satélite), 16 detectores de colisión, 8 detectores de nivel de agua, 4 sensores de presión de neumáticos, 1 detector de humo y conectividad 5G de triple canal. Si bien un conjunto de sensores tan sofisticado contribuye sin duda a las capacidades autónomas avanzadas, también implica un costo significativo, aunque Tensor aún no ha revelado un precio para su próximo vehículo.

Varias otras compañías han expresado ambiciones de vender vehículos autónomos de propiedad privada a los consumidores, pero ninguna ha logrado aún este hito. El CEO de Tesla, Elon Musk, ha prometido repetidamente la inminente llegada de una versión “sin supervisión” de la función Full Self-Driving de la compañía, pero esta sigue siendo esquiva. De manera similar, General Motors ha indicado su intención final de vender coches completamente sin conductor. Sin embargo, una compleja red de implicaciones financieras, obstáculos regulatorios y preocupaciones de responsabilidad sigue planteando desafíos formidables que deben resolverse antes de que cualquier compañía pueda realmente marcar el comienzo de la era de los vehículos autónomos de propiedad privada.