Insta360 Antigravity A1: La Experiencia Aérea 360° Definitiva
Insta360, una compañía reconocida por ser pionera en cámaras de 360 grados como una alternativa convincente a las cámaras de acción tradicionales, está ahora entrando en el mercado de los drones a través de su nueva submarca, Antigravity. Su producto debut, el dron A1, se distingue por integrar lentes de ojo de pez gemelas, capturando una perspectiva aérea completa de 360 grados en lugar del video convencional de encuadre fijo. Este enfoque innovador tiene como objetivo redefinir la experiencia de pilotaje de drones, ofreciendo a los usuarios una sensación inmersiva similar a flotar dentro de una esfera transparente, observando todo el entorno simultáneamente.
Un prototipo del Antigravity A1 fue probado recientemente en una pista de karts de alta velocidad a las afueras de Los Ángeles. El sistema A1 se entiende mejor como una sinergia de tres componentes distintos: una cámara de 360 grados, un casco de realidad aumentada y un controlador único tipo pistola de luz, al estilo arcade. La tecnología de la cámara en sí está estrechamente alineada con el modelo X5 existente de Insta360. El dron, comparable en tamaño y peso (249g o 0.54 libras) al Air 3S de DJI, cuenta con cuatro hélices y tren de aterrizaje plegable automático. Su diseño es particularmente inteligente, haciendo que el dron sea “invisible” para ambas lentes integradas, asegurando que el cuadricóptero no aparezca en las grabaciones, salvo por su sombra.
El sistema de control del A1 marca una desviación significativa de la operación estándar de drones. El pilotaje se realiza a través de un casco, que recuerda a las Goggles 3 de DJI, e incorpora una pantalla externa circular en la lente izquierda, permitiendo a los espectadores compartir la vista del piloto. Dentro del casco, el piloto experimenta un panorama completo de 360 grados, superpuesto con datos esenciales de vuelo como velocidad, altitud y duración de la batería. Crucialmente, la grabación de 360 grados significa que el piloto no está limitado a mirar en la dirección del vuelo; el dispositivo captura todo el entorno. Una pequeña pantalla de imagen en imagen ofrece una señal direccional si la mirada del piloto se desvía de la trayectoria actual del dron, una característica útil, especialmente en el modo “Sport” donde la detección automática de obstáculos está deshabilitada.
El controlador del A1 es un agarre de una mano que cuenta con un gatillo para la velocidad y varios botones frontales. Dentro del casco, una retícula indica el objetivo del controlador, guiando la dirección del dron. Aunque intuitivo en concepto —apuntar y volar—, esta configuración puede llevar a posturas de pilotaje poco convencionales, como sostener el controlador sobre el hombro para volar hacia atrás mientras se mira hacia adelante. Esta experiencia práctica reveló tanto el potencial como las limitaciones actuales del A1. Si bien la combinación de gafas VR y drones no es del todo nueva, vista en sistemas FPV como el DJI Avata 2, el A1 promete una versatilidad similar sin exigir las peligrosas maniobras a menudo requeridas para tomas FPV dinámicas.
Durante las pruebas, el A1 demostró áreas que aún requieren refinamiento. Los vuelos anteriores, particularmente en condiciones de niebla, revelaron desafíos con la calidad de la transmisión, que podrían exacerbarse aún más con múltiples drones operando muy cerca, lo que lleva a video pixelado. Si bien el A1 puede grabar a una resolución de hasta 8K, las grabaciones capturadas a 5.2K no siempre fueron lo suficientemente detalladas para una salida de YouTube de alta definición sin un posprocesamiento significativo. La forma única del sensor de la cámara también introduce un efecto de distorsión en el metraje original de 360 grados, lo que requiere una edición cuidadosa en el software Insta360 Studio para lograr un aspecto nítido y profesional, aunque el software en sí todavía está en desarrollo.
El esquema de control intuitivo de “apuntar y volar” del A1 simplifica la operación básica del dron en comparación con los controladores tradicionales de doble joystick. Sin embargo, la falta de botones visibles dentro del casco significa que los pilotos deben depender de la memoria táctil, lo que puede llevar a clics erróneos, particularmente al intentar cambiar modos de vuelo como “Sport”. Incluso en el modo “Sport”, la velocidad y las capacidades de giro del A1 aún no están a la par con los drones FPV de gama alta. El dron ocasionalmente exhibió una breve pausa durante los giros, especialmente a velocidades más altas, lo que indica que Antigravity todavía está optimizando su dinámica de vuelo y controles. Si bien la compañía inicialmente sugirió la posibilidad de un controlador más tradicional después del lanzamiento, desde entonces han aclarado que estos planes siguen siendo inciertos, lo que significa que los usuarios deben anticipar el esquema de control inmersivo como la interfaz principal.
El Antigravity A1 permite posibilidades cinematográficas únicas, posibilitando maniobras y ángulos de cámara que son desafiantes para los drones convencionales, incluso los modelos FPV. Los usuarios novatos pueden, por ejemplo, establecer fotogramas clave para lograr tomas complejas como una vista de cámara invertida mientras vuelan hacia adelante. El software Insta360 Studio facilita efectos creativos como la perspectiva de “pequeño planeta” común con las lentes de ojo de pez. Si bien editar metraje aéreo de 360 grados puede ser atractivo, lograr una calidad profesional a menudo requiere un posprocesamiento significativo para mitigar la distorsión inherente y establecer una sensación de movimiento natural.
El Antigravity A1, cuyo lanzamiento está previsto para enero del próximo año, se venderá como un paquete completo que incluye el dron, el controlador y el casco, con precios aún por anunciar. Su novedad sugiere que no será económico. Si bien Insta360 busca un amplio atractivo, el esquema de control único podría disuadir a los tradicionalistas, y los problemas de rendimiento iniciales podrían decepcionar a los usuarios experimentados. No obstante, el A1 se destaca como una oferta única en el mercado de los drones, lo que podría impulsar a competidores como DJI a explorar integraciones similares de drones con cámaras de 360 grados. Antigravity también planea un “proyecto de cocreación” para recopilar comentarios de los usuarios, invitando a los entusiastas de los drones a contribuir al refinamiento del A1.