El chip AI6 de Samsung impulsa la autonomía y robótica de Tesla

Sdexample

Las industrias automotriz y de semiconductores están presenciando una convergencia monumental, encabezada por una importante asociación entre Tesla y Samsung Electronics. Samsung se convertirá en un proveedor fundamental para las plataformas de inteligencia artificial y conducción autónoma de próxima generación de Tesla, fabricando el muy esperado chip AI6 bajo un sustancial contrato multianual, valorado en 16.500 millones de dólares. Esta colaboración subraya un movimiento estratégico de ambos gigantes, con el AI6 posicionado para convertirse en el núcleo computacional que impulsará el ambicioso futuro de Tesla.

El chip AI6, identificado como el silicio de diseño personalizado de sexta generación de Tesla, está destinado a servir como el “cerebro computacional” para los sistemas avanzados de Conducción Autónoma Total (FSD) de la compañía. Esto representa un salto significativo más allá del Hardware 4 (HW4) actual, que ya cuenta con entre tres y ocho veces la potencia de procesamiento de su predecesor, HW3. El nuevo chip está diseñado para procesar petabytes de datos de sensores en tiempo real, permitiendo una toma de decisiones más precisa y rápida para la navegación autónoma. En particular, esta asociación señala un giro estratégico para Tesla, alejándose de su ambicioso proyecto interno de supercomputadora Dojo, que dependía de los chips D1, para aprovechar cada vez más la experiencia externa de socios como Samsung para sus chips AI5 y AI6. El CEO de Tesla, Elon Musk, ha afirmado que estos próximos chips sobresaldrán tanto en capacidades de inferencia como de entrenamiento para cargas de trabajo de IA.

Más allá de mejorar las capacidades de FSD dentro de los vehículos Tesla, el chip AI6 es fundamental para la visión más amplia del ecosistema autónomo de Tesla. Está programado para su integración en la tan esperada plataforma Robotaxi de la compañía, que recientemente tuvo un lanzamiento limitado para usuarios seleccionados en Austin, Texas, el 22 de junio de 2025. Este despliegue inicial, aunque cauteloso y centrado en la seguridad, allana el camino para una comercialización más amplia de servicios de transporte totalmente autónomos. Además, se espera que la avanzada potencia de procesamiento del AI6 se extienda al robot humanoide Optimus de Tesla. Optimus, diseñado para realizar tareas repetitivas o peligrosas, ya utiliza un Sistema en Chip (SOC) de Tesla como su cerebro, basándose en IA sofisticada y visión por computadora para la interacción y navegación en el mundo real. La integración del AI6 podría mejorar significativamente las capacidades de toma de decisiones en tiempo real y de aprendizaje de Optimus, acercándose al objetivo de Tesla de la producción en masa del robot humanoide, que podría comenzar en 2025.

En el corazón de este avance tecnológico se encuentra el proceso de fundición de ultravioleta extremo (EUV) de 2 nanómetros (2nm) de vanguardia de Samsung. Samsung tiene como objetivo comenzar la producción en masa de chips de 2nm en 2025, utilizando su arquitectura de transistor Gate-All-Around (GAA), que introdujo por primera vez con su proceso de 3nm. Los chips AI6 están programados para su fabricación en la nueva y expansiva fábrica de Samsung en Taylor, Texas. Esta instalación representa una inversión sustancial, inicialmente de 17.000 millones de dólares y ahora ampliada a 40.000 millones de dólares con el apoyo federal de la Ley CHIPS. Si bien la fábrica de Taylor ha enfrentado algunos retrasos en su cronograma operativo, con los objetivos iniciales cambiando de 2024 a finales de 2026 o incluso principios de 2027, el acuerdo con Tesla proporciona un “cliente ancla” crucial, inyectando un impulso significativo en su puesta en marcha. Elon Musk incluso ha expresado un compromiso personal para supervisar la eficiencia de fabricación en el sitio, destacando la importancia estratégica de esta producción nacional.

Las ramificaciones de esta asociación se extienden mucho más allá de las dos empresas, lo que indica un cambio transformador en los paisajes automotriz y de semiconductores globales. Para Tesla, asegurar un suministro a largo plazo de estos chips de IA de alto rendimiento y diseño personalizado es primordial para lograr sus ambiciosos objetivos en conducción autónoma y robótica, lo que permite una integración vertical más profunda y ciclos de innovación más rápidos. Para Samsung, el acuerdo solidifica su posición como fundición líder, proporcionando un contrato a largo plazo de alto valor que es crucial para la puesta en marcha exitosa de su proceso avanzado de 2nm y su posición competitiva frente a rivales como TSMC. Más ampliamente, esta colaboración acelera la transición de la industria automotriz hacia vehículos definidos por software, donde los sofisticados chips de IA permiten el análisis de carreteras en tiempo real, la asistencia al conductor mejorada y actualizaciones robustas por aire (OTA). Dado que se proyecta que la conducción autónoma, que depende en gran medida de la IA, representará una parte significativa de las ventas de automóviles nuevos para 2030, estas asociaciones no se tratan solo del desarrollo de productos individuales, sino de dar forma al futuro de la movilidad misma.