Imágenes Satelitales Muestran Nuevos Sitios de Lanzamiento de Drones de Ataque Rusos
Imágenes satelitales han revelado una expansión significativa de las capacidades de guerra con drones de Rusia, mostrando nuevos sitios de lanzamiento específicamente diseñados para drones de ataque explosivos en tres bases dentro del territorio ruso. Las imágenes de alta resolución, inicialmente reportadas por Business Insider el 19 de agosto de 2025, muestran lo que parecen ser rieles de lanzamiento dedicados, extensas pistas y refugios reforzados, junto con vehículos aéreos no tripulados (UAV) tipo Shahed, lo que subraya la creciente dependencia de Moscú de estas armas devastadoras.
La infraestructura revelada apunta a un esfuerzo concertado de Rusia para optimizar y escalar sus operaciones con drones. Un sitio recién identificado se encuentra en territorio ucraniano ocupado por Rusia, aproximadamente a 50 kilómetros de la línea del frente en el aeropuerto de Donetsk, donde especialistas observaron la construcción de instalaciones para almacenar drones, nodos de control y pistas preparadas tanto para municiones merodeadoras Shahed-136/131 como para drones señuelo Gerbera. Más allá de la línea del frente, se han identificado otros importantes aeropuertos de drones más profundos dentro de Rusia, incluyendo uno en la región de Oryol, a unos 175 kilómetros de la frontera ucraniana, que cuenta con ocho lanzadores estacionarios. La base aérea de Primorsko-Akhtarsk, otro centro clave de lanzamiento para drones de largo alcance, también ha sido equipada con ocho sistemas fijos de lanzamiento de drones y una pista de aterrizaje adyacente que soporta lanzamientos móviles desde vehículos, aunque este sitio sufrió daños recientemente por ataques ucranianos.
Este aumento de infraestructura apoya la floreciente producción nacional de drones de Rusia. Moscú tiene como objetivo fabricar la asombrosa cifra de 79.000 drones tipo Shahed en 2025, un aumento drástico que sigue a un quíntuple incremento en la producción de drones de largo alcance en el último año, según la inteligencia ucraniana. La Zona Económica Especial de Alabuga, ubicada a más de 600 millas al este de Moscú, ha surgido como el centro neurálgico para esta fabricación localizada, produciendo municiones merodeadoras Shahed-131, Shahed-136 y Shahed-238 rebautizadas por Rusia, conocidas como Geran-1, Geran-2 y Geran-3, respectivamente, junto con señuelos Gerbera. Rusia ya ha completado su objetivo inicial de producir 6.000 Shaheds en Alabuga para septiembre de 2025, muy por delante de lo previsto, lo que demuestra la escala de su producción acelerada.
La evolución de estos drones es igualmente preocupante. Están apareciendo nuevas variantes del Shahed-136, incluida la ‘serie Ъ’ con marcas nunca antes vistas. Más allá de los modelos básicos, Rusia está desplegando Shaheds con una amplia gama de ojivas, desde fragmentación por explosión hasta termobáricas e incluso versiones similares al napalm que esparcen líquidos autoincendiables. En un desarrollo particularmente alarmante, algunos Shaheds han sido adaptados para lanzar minas antitanque en las carreteras ucranianas, creando peligros nuevos e inesperados mucho más allá de las líneas del frente. También hay informes de Shaheds a reacción más rápidos y de gran altitud que obligan a Ucrania a gastar misiles de defensa aérea más avanzados.
Esta proliferación de capacidades de drones es parte de una estrategia nacional más amplia y bien financiada. Rusia ha asignado recursos significativos, con 243 mil millones de rublos (3 mil millones de dólares) para la fabricación de drones entre 2022 y 2025, y 112 mil millones de rublos adicionales (1.38 mil millones de dólares) planificados para los próximos tres años. El presidente Vladimir Putin ha pedido el rápido desarrollo y despliegue de fuerzas de drones separadas dentro del ejército, con el objetivo de establecerlas para el tercer trimestre de 2025. Aunque Moscú a menudo promociona públicamente las aplicaciones civiles para estos sistemas no tripulados en áreas como la agricultura y la monitorización de infraestructuras, la naturaleza inherente de la tecnología difumina las líneas, permitiendo una transición fluida al uso militar.
El impacto en el campo de batalla es innegable. Rusia lanzó un récord de 6.129 drones tipo Shahed en julio de 2025, después de 5.337 en junio, y tiene como objetivo lanzar salvas individuales de hasta 2.000 drones. Estas municiones merodeadoras son una piedra angular del arsenal de ataque de largo alcance de Rusia, apuntando consistentemente a ciudades ucranianas, infraestructura crítica e instalaciones energéticas. Además, las innovaciones rusas en drones están logrando efectos de interdicción aérea en el campo de batalla, golpeando la logística y los puestos de mando ucranianos cerca de las líneas del frente, lo que está demostrando ser crucial para los avances rusos. La expansión de estas instalaciones de lanzamiento dedicadas marca una nueva fase en la guerra de drones de Rusia, lo que indica un compromiso a largo plazo con una estrategia que está remodelando cada vez más el conflicto.