Tesla condenada a pagar $243M por accidente fatal de Autopilot
En una decisión histórica, un jurado federal en Florida ha encontrado a Tesla parcialmente responsable de un accidente fatal en 2019 que involucró su software de asistencia al conductor Autopilot, ordenando a la compañía pagar más de 200 millones de dólares en daños. Este veredicto marca una rara derrota para Tesla en un juicio civil relacionado con sus sistemas avanzados de asistencia al conductor y podría sentar un precedente significativo para futuras demandas.
El incidente, que ocurrió el 25 de abril de 2019 en Key Largo, Florida, involucró un Tesla Model S conducido por George McGee. Con el Autopilot activado, el vehículo de McGee supuestamente se saltó una señal de stop y una luz de precaución en una intersección en T, golpeando a Naibel Benavides León, de 22 años, y a su novio, Dillon Angulo, quienes estaban de pie fuera de un SUV estacionado en el arcén de la carretera. Benavides León falleció y Angulo sufrió graves heridas.
Durante el juicio, se reveló que McGee admitió haber mirado hacia abajo para recuperar su teléfono celular caído momentos antes de la colisión. Si bien Tesla sostuvo que la conducción distraída de McGee fue la única responsable del accidente, el jurado, después de menos de un día de deliberación, determinó que la tecnología Autopilot de Tesla también desempeñó un papel significativo. El jurado encontró a Tesla 33% responsable y a McGee 67% responsable del accidente.
Los daños concedidos ascienden a 243 millones de dólares, que consisten en 200 millones de dólares en daños punitivos contra Tesla y 43 millones de dólares en daños compensatorios para los demandantes. Los daños compensatorios incluyen 35 millones de dólares para la madre de Benavides León, 24 millones de dólares para su padre y 70 millones de dólares para Angulo, y se ordenó a McGee pagar dos tercios de estos daños compensatorios. Algunos informes indican que el total de daños compensatorios otorgados fue de aproximadamente 129 millones de dólares, lo que eleva el veredicto total a 329 millones de dólares. Los demandantes habían solicitado inicialmente 345 millones de dólares en daños.
Este caso es particularmente notable ya que es la primera demanda federal por muerte por negligencia sobre el software de asistencia al conductor de Tesla que llega a juicio, ya que casos similares anteriores a menudo fueron desestimados o se resolvieron fuera de los tribunales para evitar el escrutinio público. Los abogados de los demandantes argumentaron que Tesla comercializó engañosamente Autopilot como más capaz de lo que era, lo que llevó a conductores como McGee a volverse demasiado dependientes y complacientes. La evidencia presentada sugirió que el Tesla había reconocido el SUV detenido y al menos un peatón antes del accidente, pero no respondió de manera apropiada, y que la incapacidad de Autopilot para anular la entrada del conductor cuando se presionaba el acelerador fue un problema central.
Tesla, en su declaración posterior al veredicto, afirmó que “Ningún coche en 2019, y ninguno hoy, podría haber evitado este accidente”, calificando el veredicto de “incorrecto” y advirtiendo que podría “poner en peligro los esfuerzos de Tesla y de la industria para desarrollar tecnología que salve vidas”. La compañía ha declarado su intención de apelar la decisión.
El veredicto llega en un momento crítico para Tesla, ya que su CEO, Elon Musk, continúa impulsando una adopción más amplia de funciones de conducción autónoma más avanzadas, incluidos planes para un servicio de taxi sin conductor. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carreteras (NHTSA) ha estado llevando a cabo investigaciones en curso sobre los sistemas Autopilot y Full Self-Driving (FSD) de Tesla, examinando incidentes en los que los sistemas pueden haber fallado en detectar y desconectarse en situaciones específicas, particularmente en condiciones de visibilidad limitada. A finales de 2023, Tesla emitió un retiro de más de 2 millones de vehículos para abordar salvaguardias “insuficientes” contra el mal uso de Autopilot, luego de una investigación de dos años de la NHTSA sobre el sistema de monitoreo del conductor. A pesar de esto, la NHTSA ha continuado investigando la efectividad del retiro y los nuevos accidentes.
Expertos legales sugieren que este veredicto podría “abrir las compuertas” para otras demandas costosas contra Tesla, animando a más demandantes a presentar reclamos relacionados con la tecnología de asistencia al conductor de la compañía. Si bien Tesla históricamente ha visto a los jurados ponerse de su lado en casos relacionados con Autopilot, atribuyendo los accidentes a errores humanos, este resultado destaca un cambio en el escrutinio judicial y un posible precedente legal para responsabilizar a los fabricantes por las capacidades y limitaciones de sus sistemas autónomos.