ICE Adquiere Tecnología de Escaneo de Iris para Deportaciones
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE. UU. (ICE) está a punto de adquirir tecnología avanzada de escaneo móvil de iris, lo que marca una expansión significativa de sus capacidades biométricas para los esfuerzos de deportación. La agencia ha anunciado su intención de emitir una orden de compra de fuente única a BI2 Technologies para licencias de su Sistema Móvil de Reconocimiento e Identificación de Delincuentes (MORIS) y su Sistema de Reconocimiento e Identificación de Reclusos (I.R.I.S.). Esta medida señala una escalada en la dependencia de ICE de herramientas de vigilancia sofisticadas, lo que genera una preocupación inmediata por parte de los defensores de las libertades civiles.
Los sistemas MORIS e I.R.I.S., desarrollados por BI2 Technologies, con sede en Massachusetts, fueron diseñados originalmente para ayudar a las oficinas del sheriff a identificar rápidamente a personas ya bajo custodia o conocidas por las fuerzas del orden. MORIS se describe como un sistema móvil de mano compatible con plataformas Apple, Android y Microsoft, que permite a las fuerzas del orden identificar delincuentes y acceder a su historial criminal, incluyendo fotos policiales, identificaciones estatales y federales, alias y detalles de arresto, en segundos desde prácticamente cualquier lugar con servicio celular. Se jacta de la capacidad de identificar positivamente a las personas inscritas en la base de datos nacional I.R.I.S. y proporcionar el historial de arrestos y encarcelamientos en menos de un segundo. I.R.I.S. se promociona como la “única red biométrica de iris nacional basada en la web”, que trabaja en conjunto con MORIS para facilitar el intercambio de datos en tiempo real entre las agencias de justicia penal. El reconocimiento de iris en sí mismo es un método biométrico altamente preciso, que utiliza los patrones únicos del iris de un individuo, los cuales son estables con el tiempo y difíciles de falsificar. Esta tecnología captura imágenes de alta resolución del iris utilizando iluminación de infrarrojo cercano para extraer características distintas, convirtiéndolas en una plantilla digital para una comparación rápida con las bases de datos.
La adquisición planificada por ICE de estos sistemas para su sección de Operaciones de Aplicación y Remoción (ERO), que encabeza las deportaciones, extiende una tendencia de larga data de la agencia de integrar tecnología de vigilancia de vanguardia en sus operaciones. Esto sigue a informes previos de importantes inversiones de ICE en herramientas de vigilancia móvil, tecnología de piratería telefónica y aplicaciones de reconocimiento facial como Mobile Fortify, que aprovecha las bases de datos biométricas del gobierno para la identificación en el terreno. Los críticos han advertido constantemente que tales herramientas, incluidas las que integran diversos puntos de datos, desde registros de vehículos hasta números de teléfono, crean expedientes detallados que pueden incluir información sensible como el estado migratorio y los antecedentes penales.
La expansión de las capacidades biométricas de ICE, particularmente con el escaneo de iris de alta precisión, intensifica las preocupaciones sobre la privacidad, las libertades civiles y el potencial de sesgo algorítmico. Organizaciones de libertades civiles, incluida la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y la Electronic Frontier Foundation, han alertado sobre la falta de transparencia, supervisión legal y mecanismos de rendición de cuentas en torno al uso de sistemas biométricos y mejorados con IA por parte de ICE. Argumentan que estas tecnologías se están implementando sin una autorización explícita del Congreso o un debate público significativo, transformando bases de datos diseñadas para el servicio público en herramientas para la aplicación punitiva sin consentimiento ni supervisión. La fusión de varias fuentes de datos, incluidas las de la Administración del Seguro Social y el IRS, con el ecosistema biométrico de ICE crea una capacidad de vigilancia integral que, según los críticos, es extraordinariamente difícil de monitorear o impugnar.
La decisión de adquirir MORIS e I.R.I.S. integra aún más a ICE en una vasta y creciente infraestructura de vigilancia biométrica de EE. UU., lo que permite una identificación más rápida y generalizada de personas para una posible deportación. Esta carrera armamentista tecnológica en curso por parte de las agencias de aplicación de la ley de inmigración plantea preguntas fundamentales sobre el equilibrio entre la seguridad nacional y los derechos individuales, particularmente para los no ciudadanos y, potencialmente, incluso para los ciudadanos estadounidenses atrapados en la red de arrastre de la vigilancia en expansión.