OpenAI: $500 mil millones, superando a SpaceX en guerra por talento
OpenAI, el desarrollador pionero detrás de ChatGPT, estaría en conversaciones avanzadas para facilitar una importante venta de acciones en poder de sus empleados actuales y anteriores. Esta transacción, si se finaliza, catapultaría la valoración de la compañía a la asombrosa cifra de medio billón de dólares, o 500 mil millones de dólares, lo que representa un aumento de dos tercios desde su valoración anterior de 300 mil millones de dólares. Tal cifra colocaría el valor de mercado de OpenAI por encima del de la empresa aeroespacial de Elon Musk, SpaceX, que actualmente está valorada en 350 mil millones de dólares y se dice que busca un precio de 400 mil millones de dólares en su propia próxima ronda de recaudación de fondos.
Fuentes cercanas al asunto, incluida Bloomberg, indican que inversores existentes, entre ellos Thrive Capital, se han acercado a OpenAI con respecto a la compra de estas acciones de empleados. Otros inversores notables en la potencia de IA con sede en San Francisco incluyen al gigante de inversión japonés SoftBank, que anteriormente lideró una ronda de financiación de 300 mil millones de dólares, y Microsoft, un socio estratégico clave. Las ventas de acciones de empleados son un mecanismo común en el mundo de las startups tecnológicas, sirviendo tanto para incentivar al personal como para atraer más inversiones.
Este movimiento estratégico se produce en medio de intensas presiones competitivas para OpenAI, particularmente en la carrera por asegurar el talento de primer nivel. Meta de Mark Zuckerberg, la empresa matriz de Facebook, ha estado contratando agresivamente personal de OpenAI y otras firmas de IA mientras construye su propia unidad de “superinteligencia”. A pesar de los informes de que Meta ofrece bonos de contratación “descabellados”, algunos tan altos como 100 millones de dólares, el CEO de OpenAI, Sam Altman, ha sostenido que Meta no ha logrado atraer a “ninguna de nuestras mejores personas”. La propuesta venta de acciones podría, por lo tanto, servir como un poderoso incentivo para que el personal permanezca en OpenAI.
La necesidad de recaudación continua de fondos es una realidad omnipresente para las startups de IA, impulsada por el inmenso capital requerido para entrenar modelos cada vez más sofisticados. Este proceso demanda vastas cantidades de chips de computadora costosos y una extensa capacidad de centros de datos. El rival de OpenAI, Anthropic, fundado por ex empleados de OpenAI, también estaría en negociaciones para una ronda de recaudación de fondos que podría valorar su negocio en 170 mil millones de dólares, lo que subraya las altas apuestas y las demandas financieras dentro del floreciente sector de la IA.
En medio de estas maniobras financieras, OpenAI continúa empujando los límites del desarrollo de la IA. El CEO Sam Altman insinuó recientemente el inminente lanzamiento de una versión mejorada del modelo que impulsa ChatGPT, compartiendo una captura de pantalla que parecía mostrar la última iteración de IA de la compañía, GPT-5. Además, OpenAI lanzó recientemente dos nuevos modelos “abiertos”, que se pueden descargar y personalizar libremente, desafiando directamente ofertas similares de Meta y DeepSeek de China. Altman expresó entusiasmo por hacer que estos modelos, resultado de miles de millones de dólares en investigación, estén disponibles para el mundo para democratizar el acceso a la IA. Si bien estos modelos abiertos amplían el alcance, el modelo de negocio principal de OpenAI se basa en modelos “cerrados”, cuyo funcionamiento interno es propietario, generando ingresos a través de suscripciones para versiones mejoradas de ChatGPT e integraciones empresariales.
Más allá de sus ofertas de software principales, OpenAI también se está expandiendo al hardware. La compañía adquirió recientemente io, una startup fundada por el diseñador de iPhone Sir Jony Ive, en un sustancial acuerdo de 6.4 mil millones de dólares. Según se informa, Altman ha compartido planes ambiciosos con los empleados para construir 100 millones de “compañeros” de IA que se integrarían sin problemas en la vida diaria de los usuarios. Aunque no se anticipa la producción en masa del dispositivo io sin nombre antes de 2027, Altman ha descrito un prototipo temprano como “la pieza de tecnología más genial que el mundo jamás haya visto”.
Estos desarrollos se desarrollan mientras OpenAI navega por una compleja transición organizacional. Estructurada inicialmente como una entidad sin fines de lucro con un brazo con fines de lucro, la compañía ha estado involucrada en negociaciones de larga duración para convertirse en un negocio completamente con fines de lucro. Estas discusiones habrían involucrado algunas disputas con Microsoft, aunque Altman, hablando en junio, caracterizó la relación como “maravillosamente buena para ambas compañías” a pesar de “puntos de tensión”. Este cambio hacia un modelo con fines de lucro ha provocado críticas del cofundador Elon Musk, quien dejó OpenAI en 2019. Musk ha acusado a la startup de desviarse de su misión fundacional de desarrollar inteligencia artificial para el beneficio de la humanidad, en lugar de para el beneficio corporativo. Un juez de EE. UU. en marzo denegó la solicitud de Musk de una medida cautelar preliminar para detener la transición de OpenAI a un modelo con fines de lucro, despejando el camino para sus ambiciones comerciales.