La TI india niega despidos por IA; la Big Tech los admite sin tapujos
El panorama tecnológico global está experimentando una profunda transformación, con la Inteligencia Artificial en su epicentro, sin embargo, la narrativa que rodea su impacto en el empleo varía sorprendentemente entre regiones. Mientras las principales empresas tecnológicas occidentales atribuyen abiertamente importantes reducciones de personal a un giro agresivo hacia la IA, sus contrapartes indias parecen estar navegando por un camino más cauteloso, a menudo subestimado. Esta divergencia en la transparencia no solo destaca las diferentes estrategias de comunicación corporativa, sino también las presiones y realidades únicas que enfrenta cada sector.
Tata Consultancy Services (TCS), la firma de servicios de TI más grande de la India, anunció recientemente planes para despedir aproximadamente a 12,000 empleados, lo que representa alrededor del dos por ciento de su fuerza laboral global, de forma escalonada hasta el año fiscal 2026. Si bien la especulación vinculó rápidamente estos recortes con las crecientes capacidades de la IA, el CEO de TCS, K. Krithivasan, ha atribuido públicamente la decisión a una “disparidad de habilidades” y a un “cambio organizacional” necesario de los modelos tradicionales de cascada a operaciones más ágiles y preparadas para el futuro. A pesar de los esfuerzos de la compañía por capacitar a más de medio millón de empleados en IA básica y avanzada, el mensaje subyacente apunta a una recalibración estratégica de la fuerza laboral para satisfacer las demandas de un futuro cada vez más centrado en la IA, donde los roles convencionales pueden dejar de encajar. Los analistas de la industria, sin embargo, a menudo interpretan tales movimientos como un ejercicio más amplio de reducción de costos destinado a mejorar los márgenes operativos en medio de un entorno de demanda débil e incertidumbres macroeconómicas, en lugar de ser únicamente un resultado directo del desplazamiento por IA.
En marcado contraste, gigantes globales como Microsoft no ocultan el papel de la IA en su reestructuración de la fuerza laboral. La compañía con sede en Redmond ha despedido a más de 15,000 empleados en 2025 a través de múltiples rondas, enmarcando abiertamente estas reducciones como parte de una realineación estratégica para posicionar a la compañía para un “futuro impulsado por la IA”. El CEO Satya Nadella ha reconocido la “incongruencia” entre los sólidos resultados financieros y los recortes de empleo, enfatizando las inversiones masivas en infraestructura de IA, que ascienden a 80 mil millones de dólares, como un motor central de esta transformación. Un ex empleado de Microsoft incluso señaló un cambio cultural significativo dentro de la compañía una vez que “la IA se monetizó”, lo que llevó a un enfoque en las métricas de rendimiento y la adopción de herramientas de IA. Este enfoque transparente de la Big Tech sugiere que la redundancia es el precio de la innovación rápida e intransigente.
Las tendencias más amplias de la industria subrayan la realidad ineludible del impacto de la IA en los empleos. El informe “El Futuro de los Empleos 2025” del Foro Económico Mundial predice que, si bien la IA desplazará 85 millones de empleos a nivel global, también creará 97 millones de nuevos, lo que llevará a un crecimiento neto del empleo. Sin embargo, este “crecimiento neto” oculta importantes cambios estructurales. Los roles rutinarios y repetitivos, desde agentes de servicio al cliente hasta operadores de entrada de datos y personal de auditoría junior, son cada vez más vulnerables a la automatización. Para la India, se espera que un significativo 38% de las habilidades básicas existentes cambien, comprimiendo la pirámide laboral tradicional que alguna vez fue amplia en la base con roles repetitivos. Los profesionales de mitad de carrera, especialmente aquellos con 15-25 años de experiencia en funciones ahora redundantes, enfrentan riesgos particulares debido a conjuntos de habilidades obsoletos.
La necesidad de recapacitación y mejora de habilidades nunca ha sido tan crítica. Si bien las empresas de TI indias como TCS, Infosys y Wipro han lanzado programas masivos de capacitación en IA y otras habilidades digitales, la efectividad de los modelos de autoaprendizaje y la magnitud del desafío siguen siendo una preocupación. Los expertos advierten que, a menos que los programas de capacitación combinen el aprendizaje específico de roles con habilidades prácticas basadas en proyectos, es posible que no sean lo suficientemente efectivos para prevenir recortes de empleo. La Encuesta Económica 2024-25 ha instado a los responsables de la formulación de políticas indias a abordar el impacto de la IA en los mercados laborales, particularmente en una economía impulsada por los servicios y con excedente de mano de obra, donde los empleos de servicios de bajo valor añadido son los más vulnerables.
En última instancia, las diferentes posturas públicas sobre los despidos impulsados por la IA reflejan una compleja interacción de percepciones del mercado, expectativas de los inversores y objetivos estratégicos internos. Mientras la Big Tech adopta la narrativa de la “transformación de la IA” como un signo de preparación agresiva para el futuro, la TI india parece estar navegando este cambio con más cautela, quizás para mitigar los desafíos de retención de talento o evitar la ansiedad pública. Independientemente del mensaje, la realidad subyacente es consistente: la IA está remodelando fundamentalmente la fuerza laboral, exigiendo un esfuerzo proactivo y colaborativo de empresas, empleados y gobiernos para fomentar el aprendizaje continuo y adaptarse a un futuro impulsado por la inteligencia.