Trump Gira su Postura sobre el CEO de Intel: De "Conflicto" a "Éxito"
En una notable muestra de pragmatismo político y diplomacia corporativa, el presidente Donald Trump ha revertido drásticamente su postura pública sobre el CEO de Intel, Lip-Bu Tan, pasando de exigir su renuncia inmediata a un efusivo elogio en cuestión de días. Este cambio abrupto se produjo después de una reunión de alto nivel en la Casa Blanca el lunes 11 de agosto de 2025, que parece haber desescalado un conflicto latente entre la administración y una de las empresas tecnológicas más críticas de Estados Unidos.
Justo la semana pasada, el jueves 7 de agosto, el presidente Trump utilizó Truth Social, su plataforma de redes sociales preferida, para arremeter contra Tan, calificándolo de “altamente CONFLICTIVO” y pidiendo inequívocamente su renuncia. Este ataque público causó revuelo en el mercado, provocando una caída en las acciones de Intel. La ira presidencial, según se informa, fue provocada por una carta del senador Tom Cotton (R-Arkansas) al presidente de Intel, Frank Yeary, que planteaba importantes preocupaciones de seguridad nacional. La carta de Cotton destacaba los extensos lazos comerciales y las inversiones de Tan en cientos de empresas chinas, incluidas docenas que, según se informa, controla, con al menos ocho presuntamente vinculadas al Ejército Popular de Liberación de China. Además, el senador llamó la atención sobre el mandato anterior de Tan como CEO de Cadence Design Systems (2009-2021), una empresa que recientemente admitió haber exportado ilegalmente productos y transferido tecnología a una universidad militar china durante su liderazgo.
Lip-Bu Tan, quien asumió el cargo de CEO de Intel en marzo de 2025 tras la jubilación de Pat Gelsinger en diciembre de 2024, respondió rápidamente a las acusaciones. En una carta a los empleados, Tan defendió su integridad, afirmando que estaba circulando “mucha desinformación” sobre sus roles anteriores en Walden International y Cadence Design Systems. Afirmó su compromiso con los más altos estándares legales y éticos y expresó su intención de colaborar con la administración Trump para “asegurarse de que tengan los hechos”.
La reunión crítica del lunes vio a Tan en la Casa Blanca junto al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el secretario del Tesoro, Scott Bessent. Tras las discusiones, el tono del presidente Trump experimentó una transformación completa. En una publicación posterior en Truth Social, elogió a Tan, declarando: “Su éxito y ascenso son una historia asombrosa”, y describió la reunión como “muy interesante”. Este cambio repentino en la retórica impulsó inmediatamente las acciones de Intel, que subieron en las operaciones extendidas, recuperándose de su caída anterior. Un portavoz de Intel caracterizó el intercambio como una “discusión cándida y constructiva sobre el compromiso de Intel de fortalecer el liderazgo tecnológico y de fabricación de EE. UU.”, lo que indica un camino a seguir para la cooperación. Ahora hay planes en marcha para que Tan y los miembros del Gabinete continúen sus discusiones y presenten más sugerencias al Presidente la próxima semana.
Este episodio subraya la volátil intersección de la geopolítica, el liderazgo corporativo y la influencia presidencial en la crítica industria de los semiconductores. Intel, un gigante tecnológico estadounidense de larga trayectoria, ha estado navegando por un período desafiante, esforzándose por recuperar su ventaja competitiva frente a formidables rivales e invirtiendo fuertemente en la fabricación nacional, en parte apoyada por la Ley CHIPS. El drástico giro en el sentimiento público del Presidente sugiere que un compromiso directo y una comunicación clara con respecto a los compromisos de seguridad nacional pueden alterar rápidamente el panorama político para las principales corporaciones estadounidenses.