EE. UU. exige 15% de comisión por chips de IA de Nvidia/AMD a China
La administración Trump supuestamente ha ordenado que los gigantes tecnológicos Nvidia y AMD paguen una comisión del 15 por ciento sobre los ingresos de sus ventas de chips de inteligencia artificial a China. Esta demanda sin precedentes, un requisito previo para que las empresas obtengan licencias para estos envíos cruciales, podría generar una estimación de 2 mil millones de dólares anuales para el gobierno de EE. UU., según informes de The New York Times y The Financial Times. El acuerdo se habría forjado entre el CEO de Nvidia, Jensen Huang, y el presidente Donald Trump pocos días antes de que el Departamento de Comercio emitiera los permisos de exportación necesarios.
Los envíos aprobados incluyen el H20 de Nvidia y el MI308 de AMD, ambos diseñados específicamente como versiones menos potentes de sus procesadores gráficos de IA de vanguardia. Estos chips modificados están diseñados para cumplir con las estrictas regulaciones de exportación de EE. UU. destinadas a restringir el acceso de China a tecnología avanzada. El acuerdo marca un desarrollo significativo después de que la administración Trump impusiera restricciones a las ventas de chips de IA a China en abril, lo que llevó a ambas compañías a confirmar el mes pasado que reanudarían los envíos al recibir las licencias requeridas. Añadiendo otra capa de complejidad, el gobierno chino expresó la semana pasada su preocupación de que los chips H20 de Nvidia pudieran contener una “puerta trasera”, una afirmación que podría complicar aún más la ya delicada relación comercial.
Descrito como “altamente inusual” por The New York Times, este acuerdo de comisión se alinea con un patrón más amplio de transacciones financieras no convencionales e intervención corporativa directa bajo la administración Trump. Casos anteriores han incluido varios intentos de generar ingresos o ejercer influencia, desde aprovechar demandas contra instituciones educativas y negociar con cadenas de televisión hasta imponer aranceles impredecibles y participar en actividades de recaudación de fondos más informales. Este último movimiento también sigue a una amenaza reciente del presidente Trump de imponer un arancel del 100 por ciento a los semiconductores a menos que las empresas se comprometan a reubicar las instalaciones de fabricación en Estados Unidos.
Tal intervención directa en los asuntos corporativos no es nueva para la administración. A principios de este año, el presidente Trump supuestamente consideró desmantelar completamente Nvidia, un plan que aparentemente se evitó después de una “campaña de halagos” concertada del CEO Jensen Huang, lo que también llevó a la eliminación de ciertas limitaciones de exportación de chips de IA. La administración ha propuesto de manera similar una empresa conjunta que otorgaría al gobierno de EE. UU. el 50 por ciento de la propiedad de TikTok, y recientemente exigió la renuncia del nuevo CEO de Intel, Lip-Bu Tan, citando sus conexiones con China. Este acuerdo de comisión subraya el enfoque asertivo, y a menudo poco ortodoxo, de la administración Trump para aprovechar la política económica y el compromiso corporativo directo como instrumentos de seguridad nacional y negociación comercial, particularmente en el ámbito de alto riesgo de la tecnología avanzada.