China examina compras de chips Nvidia H20 e impulsa alternativas locales de IA
Pekín ha iniciado una importante ofensiva contra la adquisición de chips avanzados de inteligencia artificial de Nvidia, exigiendo a las principales empresas tecnológicas chinas, incluidas Alibaba y ByteDance, que justifiquen sus pedidos de procesadores de IA H20 de la compañía. Esta medida complica aún más las ya delicadas operaciones comerciales de Nvidia en China, a pesar de un reciente acuerdo de exportación alcanzado con el gobierno de EE. UU.
Según se informa, los reguladores, en particular el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT), están presionando a estos gigantes tecnológicos para que expliquen su continua dependencia de los chips H20 de Nvidia cuando existen alternativas nacionales. Este escrutinio ya ha llevado a algunos de los principales clientes chinos de Nvidia a reconsiderar y reducir sus pedidos planificados de H20. Como un operador de centros de datos chino resumió sucintamente, comprar chips de Nvidia se ha convertido en “algo políticamente incorrecto”, aunque no esté explícitamente prohibido. Ni Alibaba, ByteDance ni el MIIT ofrecieron comentarios inmediatos sobre la situación.
La supervisión intensificada se alinea con la estrategia más amplia de Pekín para fortalecer su industria de semiconductores autóctona y reducir la dependencia de la tecnología extranjera. Las autoridades chinas han expresado cada vez más su desaprobación de que las empresas utilicen chips de Nvidia para cualquier proyecto relacionado con el gobierno o la seguridad nacional. Los informes indican que se han enviado avisos a varias empresas, desaconsejando explícitamente el uso de chips H20, particularmente para trabajos afiliados al estado. Esta política ya está dando frutos para los fabricantes de chips nacionales como Huawei y Cambricon, que han visto expandirse su cuota de mercado tras las restricciones a las ventas de H20 de Nvidia.
Nvidia se encuentra en el epicentro de una escalada de rivalidad geopolítica entre Washington y Pekín. El fabricante de chips estadounidense acordó recientemente un controvertido trato, comprometiéndose a pagar al gobierno de EE. UU. el 15 por ciento de sus ingresos por las ventas de chips H20 en China como condición para reanudar las exportaciones al país. Este acuerdo generó fuertes críticas de expertos en seguridad de EE. UU., quienes argumentaron que tales ventas podrían reforzar inadvertidamente las capacidades militares de China y socavar la ventaja estratégica de Estados Unidos en inteligencia artificial.
Por el contrario, Pekín ha expresado sus propias preocupaciones de seguridad con respecto a los productos de Nvidia, citando posibles características como el rastreo de ubicación y las capacidades de apagado remoto, afirmaciones que Nvidia ha negado explícitamente. En medio de este complejo panorama, el expresidente Trump sugirió recientemente una posible voluntad de permitir a Nvidia vender chips de IA aún más avanzados en China, específicamente aquellos basados en su plataforma de vanguardia Blackwell. Actualmente, los chips H20 vendidos a China están deliberadamente restringidos en rendimiento en comparación con los procesadores más potentes disponibles para los clientes estadounidenses.
Se espera que el endurecimiento del control por parte de Pekín remodele significativamente el mercado de chips de IA en China. Los analistas de Bernstein proyectan que la cuota de mercado de Nvidia en el sector de chips de IA de China disminuirá de un estimado 66 por ciento en 2024 a 55 por ciento en 2025, lo que refleja el creciente impulso de los competidores nacionales y el impacto de las presiones regulatorias. Esta saga en curso subraya la intrincada danza entre el comercio global, la seguridad nacional y la supremacía tecnológica que se desarrolla en el escenario mundial.