Bessent: Acuerdos de chips IA de Nvidia/AMD, un 'modelo' para China

Bloomberg

El Secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, señaló recientemente un posible cambio transformador en el intrincado panorama del comercio tecnológico entre EE. UU. y China, sugiriendo que los acuerdos existentes que permiten a Nvidia y AMD suministrar ciertos chips de inteligencia artificial a China podrían servir como un modelo para el comercio futuro. En declaraciones a Bloomberg Television, los comentarios de Bessent, discutidos por los presentadores Caroline Hyde y Ed Ludlow, subrayan un enfoque matizado para gestionar el delicado equilibrio entre los intereses de seguridad nacional y el imperativo económico de las empresas tecnológicas estadounidenses.

Este “modelo” sugiere una estrategia calibrada, que va más allá de las restricciones amplias hacia un compromiso más selectivo que permite la venta de componentes de IA específicos y menos avanzados, o aquellos destinados a aplicaciones consideradas menos críticas para la competencia estratégica. Para gigantes de chips como Nvidia y AMD, pioneros en el floreciente sector de la IA, este marco ofrece una vía vital para seguir accediendo al masivo mercado chino, un motor clave de la demanda tecnológica global. Las implicaciones se extienden más allá de estas dos empresas, abriendo potencialmente el camino para que otras firmas tecnológicas estadounidenses naveguen por las complejidades del comercio internacional con China, adhiriéndose a los límites regulatorios en evolución.

El contexto de estas consideraciones políticas es una economía global cada vez más moldeada por la rápida adopción de la inteligencia artificial. La demanda insaciable de potencia de procesamiento e infraestructura de IA es evidente en toda la industria. Por ejemplo, el gigante tecnológico chino Tencent vio recientemente cómo sus acciones se disparaban tras un sólido informe de ingresos y ambiciosos planes de integración de IA en su vasto ecosistema. Este rendimiento destaca el significativo potencial de mercado dentro de China para servicios y aplicaciones impulsados por IA, lo que ilustra aún más los incentivos económicos para que las empresas estadounidenses mantengan una presencia allí.

Simultáneamente, los proveedores de infraestructura como CoreWeave están escalando rápidamente para satisfacer las crecientes necesidades del desarrollo de IA en todo el mundo. El CEO de CoreWeave, Michael Intrator, elaboró las agresivas estrategias de expansión de su compañía, reflejando el inmenso capital y los esfuerzos logísticos necesarios para construir los centros de datos y las capacidades de computación en la nube esenciales para el avance de la IA. Este auge global en la inversión y el despliegue de IA subraya el papel crítico de los chips semiconductores avanzados, lo que hace que las decisiones políticas en torno a su exportación sean aún más impactantes tanto para las empresas que los producen como para las industrias que dependen de ellos.

Los comentarios de Bessent, por lo tanto, apuntan hacia un paradigma en evolución en la política tecnológica de EE. UU.: uno que busca gestionar los riesgos estratégicos sin cortar completamente los lazos económicos. Sugiere un reconocimiento pragmático de la interconexión del ecosistema tecnológico global y la necesidad de marcos adaptables que puedan proteger la seguridad nacional y fomentar la innovación y el crecimiento económico en un mundo que cambia rápidamente. El acto de equilibrio entre la competencia y la cooperación, como lo ejemplifican los acuerdos de Nvidia y AMD, podría de hecho sentar un precedente sobre cómo las naciones navegan el futuro del comercio de alta tecnología.