Gasto en centros de datos de IA de Big Tech rivaliza con PIB de naciones

Theregister

La magnitud de la inversión que se está destinando a la nueva infraestructura de centros de datos por parte de los principales operadores de la nube del mundo ya rivaliza con la producción económica de naciones enteras. Según cifras compiladas por Omdia, el gasto de capital anual del gigante de la nube Amazon solo en centros de datos ha superado los $100 mil millones. Esta asombrosa suma es aproximadamente comparable al Producto Interno Bruto (PIB) total de Costa Rica y supera significativamente la producción económica de Luxemburgo o Lituania.

Otros grandes actores de la nube también están invirtiendo a un ritmo sin precedentes. El gasto de capital de Google para centros de datos asciende a $82 mil millones, una cifra mayor que la economía nacional de Eslovenia. La inversión de Microsoft de $75 mil millones supera el PIB de Uganda, mientras que los $69 mil millones de Meta superan la producción económica total de Baréin. Este derroche masivo de gastos no es aislado; Omdia estima que el gasto de capital global en centros de datos alcanzará la asombrosa cifra de $657 mil millones para todo el año 2025. Esto representa casi el doble de la inversión desde 2023, cuando el total fue de $330 mil millones.

Un motor principal detrás de este crecimiento explosivo en el gasto en infraestructura es la demanda insaciable de una capacidad de cómputo cada vez mayor, particularmente para impulsar el rápido desarrollo de la inteligencia artificial. Las empresas están apostando fuertemente a que estas colosales inversiones en infraestructura de IA eventualmente producirán retornos sustanciales. Sin embargo, este optimismo se ve atenuado por un informe reciente de McKinsey & Company, que reveló que muchos ejecutivos corporativos albergan escepticismo sobre si las vastas sumas que se están asignando actualmente a la infraestructura de IA generarán retornos medibles de la inversión en un futuro cercano. Añadiendo a este panorama matizado, Meta reveló en sus ganancias del segundo trimestre que sus beneficios son impulsados principalmente por modelos de aprendizaje automático convencionales que alimentan sus sistemas de recomendación, en lugar de sus proyectos de IA generativa altamente publicitados.

A pesar de estas reservas, los operadores de centros de datos continúan expandiéndose rápidamente, actuando como los “vendedores de palas” en la actual fiebre del oro de la IA. Los clientes demandan persistentemente más infraestructura con capacidad de IA, y los proveedores están ansiosos por complacerlos. El último “Cloud and Data Center Market Snapshot” de Omdia indica que, en el futuro previsible, los pedidos de recursos de cómputo de IA continúan superando la oferta. El desarrollo de modelos de IA más nuevos y grandes, como el recientemente introducido GPT-5, está impulsando una intensa demanda de capacidad de entrenamiento. Al mismo tiempo, la adopción más amplia de la IA en varios sectores está impulsando la necesidad de capacidades de inferencia. Omdia destaca que una parte significativa de la población en las economías desarrolladas ahora usa la IA de alguna forma, con ChatGPT solo presumiendo de más de 700 millones de usuarios y más de 120 millones de visitas diarias.

Profundizando en esta inversión, Omdia predice que el equipo de TI seguirá siendo el componente más grande de los costos de los centros de datos en los próximos años. Sin embargo, se proyecta que el gasto en infraestructura física crecerá a un ritmo aún más rápido. Este crecimiento acelerado se ve impulsado por la necesidad urgente de soluciones innovadoras en generación de energía, distribución y gestión térmica para enfriar y alimentar los servidores de IA cada vez más densos y hambrientos de energía. El crecimiento exponencial en la densidad de cómputo dentro de los racks de las salas de datos exige una innovación continua en los sistemas de enfriamiento y suministro de energía. Los inmensos requisitos de energía de esta infraestructura de TI también están empujando a los operadores a invertir en equipos de generación de energía en el sitio y a explorar modelos de “microrred como servicio”, donde empresas especializadas proporcionan generación de electricidad en el sitio para las instalaciones de centros de datos.

Mirando hacia el futuro, el ritmo de construcción de centros de datos se está acelerando drásticamente, y la capacidad de los sitios más grandes se está expandiendo a niveles sin precedentes. Instalaciones de multigigavatios, algunas equivalentes a la capacidad de energía actual de un país como Canadá, ya están en desarrollo. Meta, por ejemplo, ha señalado planes para varios campus de multigigavatios programados para entrar en funcionamiento a partir de 2026. Un informe reciente de Deloitte Insights afirma además que algunos sitios actualmente en etapas de planificación temprana podrían eventualmente superar los asombrosos 5 gigavatios, lo que subraya la escala monumental de la infraestructura digital que se está construyendo para impulsar el futuro de la IA.