Sam Altman: El mercado de la IA, en una burbuja; advierte sobre el entusiasmo excesivo
El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha confirmado su creencia de que el mercado de la inteligencia artificial está experimentando actualmente una burbuja especulativa, haciéndose eco de las crecientes preocupaciones entre los economistas sobre las elevadas valoraciones del sector. En una extensa entrevista con The Verge y otros periodistas, Altman abordó directamente la pregunta de si los inversores están mostrando un entusiasmo excesivo por la IA, afirmando inequívocamente: “Mi opinión es sí”.
Altman trazó paralelismos entre el panorama actual de la IA y la burbuja de las puntocom de finales de la década de 1990, un período en el que las valoraciones de las startups de internet se dispararon drásticamente antes de una caída significativa en el año 2000. Observó que las burbujas históricas a menudo surgen cuando “personas inteligentes se entusiasman demasiado con un germen de verdad”. En el caso de la era de las puntocom, señaló que la tecnología subyacente —internet— era de hecho profundamente importante y transformadora, pero el entusiasmo público superó la inversión racional.
Su escepticismo se extiende particularmente a la financiación de empresas de IA nacientes. Altman expresó fuertes reservas, calificando de “locura” que algunas startups de IA, compuestas por “tres personas y una idea”, estén obteniendo financiación con valoraciones excepcionalmente altas. Caracterizó esto como un “comportamiento no racional”, advirtiendo que “alguien se va a quemar ahí”. Este sentimiento surge en medio de una oleada de importantes inversiones en nuevas empresas de IA. Por ejemplo, Safe Superintelligence, cofundada por el ex científico jefe de OpenAI Ilya Sutskever, y Thinking Machines, establecida por la ex directora de tecnología de OpenAI Mira Murati, habrían recaudado miles de millones de dólares en los últimos tiempos.
Aunque advierte de una posible corrección del mercado, Altman mantiene una perspectiva matizada sobre el impacto económico a largo plazo. Reconoció que, si bien “alguien va a perder una cantidad fenomenal de dinero”, a la inversa, “muchas personas van a ganar una cantidad fenomenal de dinero”. En última instancia, expresó una creencia personal, aunque con la salvedad de que podría estar equivocado, de que el efecto general del auge de la IA sería “una enorme ganancia neta para la economía”.
Mirando más allá, Altman articuló planes ambiciosos para OpenAI, indicando que la empresa está preparada para capear cualquier posible turbulencia del mercado. Afirmó que el público debería “esperar que OpenAI gaste billones de dólares en la construcción de centros de datos en un futuro no muy lejano”, anticipando que una inversión tan masiva podría provocar preocupación entre los economistas. Esta declaración prospectiva sugiere una profunda convicción en la importancia fundamental y duradera de la tecnología de IA, independientemente de las fluctuaciones del mercado a corto plazo.