Ex-CEO de Waymo: El 'Robotaxi' de Tesla no es un robotaxi real si hay un humano
En un desafío directo a las ambiciosas afirmaciones de Tesla sobre vehículos autónomos, John Krafcik, ex-CEO de Waymo y actual miembro de la junta directiva de Rivian, afirmó recientemente que los esfuerzos de Tesla con el “robotaxi” no alcanzan la verdadera autonomía. “(Obviamente) no es un robotaxi si hay un empleado dentro del coche”, dijo Krafcik a Business Insider, una declaración que va al centro del debate actual en la industria de la conducción autónoma.
Las agudas observaciones de Krafcik resaltan la significativa división entre los sistemas avanzados de asistencia al conductor y los vehículos totalmente autónomos. Si bien Tesla ha promovido intensamente su tecnología Full Self-Driving (FSD), actualmente clasificada como autonomía de Nivel 2 —o “acercándose al Nivel 3” para su versión “Supervisada”—, aún exige supervisión humana. Esta clasificación, según la define la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE), significa que el conductor humano sigue siendo responsable de la operación del vehículo y debe estar listo para intervenir en todo momento. En contraste, un verdadero robotaxi, que opera con autonomía de Nivel 4, puede realizar todas las funciones de conducción dentro de áreas geocercadas específicas sin ninguna intervención humana.
De hecho, desarrollos recientes de Tesla subrayan la crítica de Krafcik. La compañía ha lanzado un “servicio de transporte FSD Supervisado” para sus empleados en el Área de la Bahía de San Francisco y Austin. Sin embargo, este servicio, a pesar de su denominación de “robotaxi”, requiere la presencia de un conductor de seguridad humano listo para tomar el control cuando sea necesario. Los reguladores estatales en California, incluyendo la Comisión de Servicios Públicos (CPUC) y el Departamento de Vehículos Motorizados (DMV), han confirmado que Tesla actualmente carece de los permisos necesarios para ofrecer servicios comerciales de pasajeros autónomos, pagados o no, con o sin conductor. El DMV incluso está envuelto en una disputa judicial administrativa con Tesla, alegando que la compañía engañó a los consumidores sobre las capacidades de su Autopilot y FSD. A pesar de las promesas de larga data del CEO Elon Musk de un servicio de robotaxi sin supervisión para mediados de 2025, la realidad sigue siendo un sistema que, por ahora, todavía depende de la supervisión humana.
Esto contrasta fuertemente con Waymo, la subsidiaria de conducción autónoma de Alphabet, que ha estado operando servicios comerciales de robotaxi completamente sin conductor en múltiples ciudades, incluyendo Phoenix, San Francisco, Los Ángeles, Atlanta, Miami y Austin, sin un conductor de seguridad humano al volante. A partir de abril de 2025, Waymo presume de más de 250,000 viajes pagados por semana, acumulando más de un millón de millas autónomas mensualmente. La compañía ha reportado significativamente menos choques que resultan en lesiones graves en comparación con los conductores humanos, citando un 88% menos de tales incidentes en más de 71 millones de millas autónomas. El enfoque de Waymo se basa en un robusto conjunto de sensores que incluye LiDAR, una tecnología que Krafcik defiende como crucial para la seguridad y la fiabilidad, un golpe directo a la estrategia de Tesla basada solo en cámaras. Waymo continúa expandiendo sus pruebas, con conductores de seguridad, a entornos urbanos nuevos y más desafiantes como Boston, Nueva York y Filadelfia, con el objetivo de adaptar su tecnología a diversas condiciones.
El debate en curso entre estos dos gigantes de la industria resalta las diferencias fundamentales en sus caminos hacia la autonomía. Mientras Tesla impulsa soluciones impulsadas por software con un enfoque en una vasta flota de consumidores, potencialmente sin supervisión, Waymo prioriza las operaciones completamente sin conductor dentro de entornos urbanos cuidadosamente mapeados y gestionados. La afirmación de Krafcik subraya que, hasta que un vehículo pueda operar verdaderamente de forma independiente, sin la necesidad de que un empleado humano lo “supervise”, el término “robotaxi” sigue siendo, para algunos, un nombre inapropiado.