Tecnológicas europeas rezagan a las de EE. UU. en el auge de la IA por problemas de ganancias

Bloomberg

Las acciones tecnológicas europeas atraviesan actualmente un período desafiante, con un rendimiento significativamente inferior al de sus homólogas estadounidenses en los últimos seis meses. Si bien el panorama tecnológico global ha estado en gran medida dominado por el auge de la inteligencia artificial, las empresas europeas parecen estar perdiéndose este repunte. Los datos de MSCI revelan una marcada divergencia: el índice de referencia para las empresas tecnológicas europeas ha experimentado un descenso del 11% desde principios de febrero, un fuerte contraste con la ganancia del 16% registrada por un índice comparable de empresas tecnológicas estadounidenses durante el mismo período. Esta pronunciada disparidad se atribuye principalmente a una notable desaceleración en el impulso de las ganancias entre los actores tecnológicos europeos.

El sector tecnológico global ha estado ampliamente cautivado por los rápidos avances y la inmensa inversión que fluye hacia la inteligencia artificial. Esta “fiebre de la IA” ha sido un poderoso catalizador para el crecimiento, particularmente para los gigantes tecnológicos estadounidenses especializados en semiconductores, infraestructura en la nube y modelos de lenguaje grandes. Estas empresas han visto dispararse sus valoraciones a medida que los inversores apuestan por sus roles fundamentales en la configuración del futuro de la IA. La sólida demanda de tecnologías habilitadoras de IA, desde chips avanzados hasta plataformas de software sofisticadas, se ha traducido en un impresionante crecimiento de los ingresos y un aumento de las ganancias para muchas empresas con sede en EE. UU., impulsando el rendimiento de sus acciones.

En contraste, el sector tecnológico europeo parece estar luchando por capturar una ola similar de prosperidad impulsada por la IA. El “impulso de las ganancias” —una medida del ritmo y la fuerza del crecimiento de las ganancias de una empresa— para las empresas tecnológicas europeas se ha debilitado de manera demostrable. Esto sugiere que, mientras sus pares estadounidenses reportan ingresos acelerados y márgenes de ganancia en expansión, muchas empresas europeas están experimentando un crecimiento más lento, o incluso contracciones, en su rendimiento financiero. Si bien las razones precisas de este debilitamiento generalizado son complejas, los analistas señalan factores como una exposición potencialmente menor a las áreas más intensivas en capital y de vanguardia del desarrollo de la IA, un panorama competitivo diferente y quizás un mercado más fragmentado que dificulta la escalabilidad. Esto ha dejado a las acciones tecnológicas europeas vulnerables, incapaces de aprovechar el mismo sentimiento alcista que ha impulsado el mercado estadounidense.

La creciente brecha de rendimiento entre las acciones tecnológicas europeas y estadounidenses representa una preocupación significativa tanto para inversores como para formuladores de políticas. Subraya una posible divergencia estructural en el panorama tecnológico global, donde Europa corre el riesgo de quedarse atrás en la carrera por el dominio de la IA. Para los inversores, esto se traduce en oportunidades de crecimiento perdidas y la necesidad de reevaluar las asignaciones de cartera. Para la economía europea en general, un sector tecnológico rezagado podría obstaculizar la innovación, la creación de empleo y la competitividad general en la era digital. A medida que la revolución de la IA continúa remodelando industrias en todo el mundo, el desafío para las empresas tecnológicas europeas será encontrar vías para acelerar su crecimiento, mejorar su rentabilidad y, en última instancia, participar más plenamente en los avances tecnológicos que actualmente impulsan a sus homólogos al otro lado del Atlántico.