El superordenador Dojo de Tesla se disuelve por fuga de talentos
La ambiciosa iniciativa interna de supercomputación de Tesla, Dojo, ha sido supuestamente disuelta, lo que marca un cambio estratégico significativo para el fabricante de automóviles y plantea nuevas preguntas sobre su capacidad para retener a los mejores talentos. La disolución del proyecto, inicialmente reportada por Bloomberg, se produjo después de que su líder y una parte sustancial de su equipo se marcharan para unirse a otra empresa de inteligencia artificial. Este movimiento representa un considerable revés para los esfuerzos de larga data de Tesla para desarrollar hardware propietario destinado a entrenar los modelos de IA cruciales para sus coches autónomos.
Durante años, Tesla defendió su superordenador personalizado como un diferenciador fundamental, prometiendo darle una ventaja sobre sus competidores en el espacio de los vehículos autónomos. Mientras gran parte de la industria dependía de proveedores externos para la potencia computacional y los chips especializados, la visión de Tesla, impulsada por el CEO Elon Musk, implicaba un ecosistema de IA verticalmente integrado. Este enfoque interno, se argumentó, permitiría a Tesla sortear las limitaciones de suministro y acelerar su progreso en el aprendizaje automático para Autopilot, Full Self-Driving y sus robots Optimus.
Sin embargo, esta ambiciosa trayectoria se vio constantemente obstaculizada por obstáculos técnicos y una persistente fuga de personal clave. La tendencia de salidas de alto perfil comenzó en 2018 con Jim Keller, un reconocido desarrollador de chips de IA que inicialmente lideró la división de fabricación de chips de Tesla. Su sucesor, Ganesh Venkataramanan, se fue en 2023 para establecer Density AI. Más recientemente, Peter Bannon, quien tomó las riendas del proyecto Dojo después de la partida de Venkataramanan, también se ha unido a Density AI, llevándose consigo aproximadamente a 20 ex ingenieros de Tesla. Esta fuga de talentos se extiende más allá del proyecto Dojo, con otros ejecutivos notables como Milan Kovac, jefe de ingeniería de Optimus, David Lau, vicepresidente de ingeniería de software, y Omead Afshar, un asociado cercano de Musk, que también han dejado la compañía en los últimos meses.
Tras los informes iniciales, el propio Musk confirmó un enfoque revisado en X, afirmando que la próxima generación de chips de IA integrados en los vehículos de Tesla “será excelente para la inferencia y al menos bastante buena para el entrenamiento”, enfatizando que todos los esfuerzos actuales se concentran ahora en esta nueva dirección. Este giro estratégico señala un abandono de lo que Musk había presentado durante mucho tiempo como la ventaja única de Tesla.
Los observadores están divididos sobre las implicaciones de esta decisión. Algunos lo interpretan como una clara indicación de que los esfuerzos de IA de Tesla han sido exagerados y están rindiendo por debajo de lo esperado, mientras que otros lo ven como una maniobra financiera pragmática para conservar capital en la carrera intensamente costosa para desarrollar robotaxis y robots humanoides. Independientemente de la perspectiva, la medida representa innegablemente un cambio significativo de la estrategia verticalmente integrada que Tesla había defendido públicamente. Gordon Johnson, fundador y CEO de GLR Research, señaló a sus clientes que Dojo era ampliamente percibido como la “salsa secreta” de Tesla para sus sistemas autónomos, destinado a procesar vastas cantidades de datos de la flota de vehículos de la compañía para refinar sus algoritmos. Esta percepción fue tan fuerte que Morgan Stanley, en 2023, atribuyó una valoración especulativa de 500 mil millones de dólares a Tesla basándose en las capacidades proyectadas de Dojo.
De cara al futuro, se espera que Tesla aumente su dependencia de proveedores de chips establecidos, incluidos gigantes de la industria como Nvidia, AMD y Samsung. De hecho, la compañía ya ha comenzado a fortalecer estas relaciones, como lo demuestra un acuerdo reportado de 16.5 mil millones de dólares con Samsung el mes pasado para chips AI6 destinados a futuros vehículos eléctricos y robotaxis. Además, se anticipa que TSMC suministrará a Tesla sus chips AI5 en un futuro próximo. Si bien el cierre del proyecto Dojo podría verse como un retroceso en la innovación interna, los inversores parecen estar reaccionando positivamente, recompensando potencialmente a Tesla por conservar recursos en un momento en que la creciente competencia de vehículos eléctricos y la expiración de los incentivos fiscales gubernamentales están afectando el negocio principal de la compañía. Las acciones de Tesla experimentaron un aumento inicial de más del 2.5 por ciento en las primeras operaciones tras la noticia.
Sin embargo, el desafío más profundo para Tesla sigue siendo su lucha por retener el talento. Este problema se agrava por la participación de Musk en xAI, lo que lo posiciona efectivamente como un competidor por el mismo talento que Tesla necesita. Además, las opiniones políticas cada vez más polarizantes de Musk han creado una crisis de marca, alienando a muchos antiguos partidarios y contribuyendo potencialmente al éxodo de ejecutivos. Si esta tendencia continúa, Musk podría encontrarse navegando la compleja carrera por el dominio de la IA con un equipo interno que disminuye rápidamente.