Sam Altman: ¿Burbuja de la IA a la vista? OpenAI invertirá billones
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha hecho una admisión notablemente sincera que desafía el optimismo predominante en el sector de la inteligencia artificial: cree que la industria se encuentra actualmente en medio de una burbuja significativa, a punto de estallar. Esta evaluación franca de una figura central en una empresa que apunta a una asombrosa valoración de 500 mil millones de dólares, y respaldada por decenas de miles de millones en inversión de gigantes tecnológicos como Microsoft, Softbank y Nvidia, es particularmente sorprendente.
Altman trazó un claro paralelismo entre el fervor actual de la IA y el auge de las punto com de la década de 1990. Explicó que las burbujas históricas, incluida la de Internet, a menudo se originan a partir de una innovación genuina y transformadora —lo que él denominó “un núcleo de verdad”— que posteriormente conduce a una sobreexcitación generalizada entre los inversores. Así como Internet fue innegablemente revolucionario pero llevó a una exuberancia irracional, Altman sugiere que la IA se encuentra ahora en una fase similar donde los participantes del mercado son excesivamente optimistas. La era de las punto com vio una construcción frenética de infraestructura de telecomunicaciones y una inundación de capital en negocios basados en Internet, muchos de los cuales finalmente no lograron generar ganancias, lo que llevó a una fuerte corrección del mercado. Hoy, uno podría sustituir fácilmente “infraestructura de telecomunicaciones” por “centros de datos” y “empresas de Internet” por “startups de IA” para describir una dinámica notablemente similar.
Aunque su dura advertencia, los comentarios de Altman sugieren una fuerte convicción de que OpenAI está en una posición única no solo para resistir una posible recesión, sino para salir fortalecida, al igual que Amazon después de la caída de las punto com. Destacó el notable crecimiento de ChatGPT, señalando que ahora cuenta con más de 700 millones de usuarios semanales —un aumento de cuatro veces en solo un año— y se ubica como el quinto sitio web más grande del mundo, con ambiciones de alcanzar el tercero.
Quizás el indicador más revelador de la confianza de Altman es el gasto proyectado de OpenAI. Reveló planes ambiciosos para que la compañía invierta “billones de dólares” en la construcción de centros de datos en un futuro no muy lejano. Este pronóstico audaz difícilmente es la charla de una empresa que se prepara para graves dificultades económicas. Además, Altman pareció imperturbable ante posibles críticas sobre la sostenibilidad de un gasto tan inmenso, desestimando casualmente las futuras preocupaciones de los economistas con un despectivo “Déjennos hacer lo nuestro”. Aunque reconoció que “alguien” inevitablemente perderá una “cantidad fenomenal de dinero” cuando la burbuja se desinfle, Altman se abstuvo conspicuamente de identificar quién podría ser, sugiriendo implícitamente que no será OpenAI. Concluyó con la creencia personal de que, a pesar de la posible volatilidad, el impacto general de la IA será en última instancia una “gran ganancia neta para la economía”.