¿Trump y SoftBank: Miles de millones para revivir Intel?

Bloomberg

En un dramático giro de los acontecimientos, el CEO de Intel, Lip-Bu Tan, quien hace apenas unas semanas enfrentó pedidos de destitución del expresidente Donald Trump, ahora ve a su compañía al borde de asegurar miles de millones en capital fresco. Si bien los informes iniciales insinuaban una coalición de apoyo más amplia, incluyendo a SoftBank, las discusiones más concretas reveladas hasta ahora se centran en una intervención federal significativa.

Según los informes, se están llevando a cabo conversaciones para que la administración Trump adquiera aproximadamente una participación del 10% en el asediado gigante estadounidense de chips. Esta posible inversión no es una inyección directa de efectivo, sino una maniobra creativa: convertir las subvenciones existentes otorgadas a Intel bajo la Ley bipartidista de CHIPS y Ciencia de EE. UU. en capital. La Ley CHIPS, promulgada para revitalizar la fabricación nacional de semiconductores y reducir la dependencia de las cadenas de suministro extranjeras, proporciona miles de millones en subsidios y subvenciones. La propuesta conversión de estas subvenciones en una participación accionaria sería un movimiento sin precedentes, lo que señalaría un nivel más profundo de intervención y compromiso gubernamental con una empresa de vital importancia estratégica.

Tal conversión podría desbloquear un estimado de $10 mil millones en capital, proporcionando un importante “cofre de guerra” para Tan mientras se esfuerza por alejar a Intel de sus desafíos recientes y devolverla a una posición de liderazgo en el mercado. Una vez el titán indiscutible de la industria de semiconductores, Intel ha enfrentado una década desafiante marcada por retrasos en la fabricación, una intensa competencia de rivales como TSMC y AMD, y una erosión gradual de su dominio del mercado. Sus ambiciosos planes para reclamar el liderazgo tecnológico, incluida una inversión significativa en nuevas fundiciones y tecnologías de proceso, requieren un capital inmenso, lo que hace que este posible salvavidas federal sea particularmente oportuno.

La propuesta participación federal marca un giro notable para Trump, quien menos de dos semanas antes había abogado públicamente por la destitución de Tan. Este cambio repentino sugiere un reconocimiento pragmático de la importancia estratégica de Intel para la seguridad nacional y la competitividad económica, particularmente en medio de las vulnerabilidades de la cadena de suministro global y la continua rivalidad tecnológica con China. La alianza inesperada entre la administración Trump y el liderazgo actual de Intel destaca la creciente importancia geopolítica de la producción de semiconductores. Con las potencias globales compitiendo por la supremacía tecnológica y la resiliencia de la cadena de suministro, asegurar la salud y la competitividad de un fabricante de chips estadounidense fundamental como Intel parece trascender los desacuerdos políticos pasados.

Si bien los detalles específicos de la conversión de capital y los términos de la participación aún se están negociando, la perspectiva de un respaldo gubernamental sustancial ofrece un rayo de esperanza para la reactivación de Intel. Subraya el papel fundamental que el gobierno de EE. UU. está dispuesto a desempeñar para salvaguardar y reforzar su industria nacional de semiconductores, incluso si eso significa forjar alianzas inesperadas.